Fitch Ratings rebaja calificación de Ecuador ante el riesgo político en plena campaña electoral
Según la opinión de la agencia calificadora, el futuro presidente de Ecuador se enfrentará al desafío de lidiar con la compleja situación económica, fiscal y de seguridad en un entorno de incertidumbre política.
Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de Ecuador a ‘CCC+’ desde ‘B-’, debido al riesgo de una mayor inestabilidad política y financiera en medio de la agitada campaña electoral que atraviesa el país, en anticipación a las elecciones del próximo 20 de agosto.
Según la opinión de la agencia calificadora, el futuro presidente de Ecuador se enfrentará al desafío de lidiar con la compleja situación económica, fiscal y de seguridad en un entorno de incertidumbre política.
El gobierno interino, junto con la Asamblea Nacional, cumplirán sus funciones hasta mayo de 2025, fecha en la que se llevarán a cabo nuevas elecciones generales. Esta circunstancia limita la capacidad de Ecuador para acceder a bonos extranjeros y obtener financiamiento.
Además, sin importar el resultado de las elecciones venideras, Fitch no vislumbra un progreso significativo en las reformas necesarias para abordar la problemática fiscal y financiera de Ecuador. Esto continuará dificultando el acceso a los mercados internacionales y la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las elecciones anticipadas, convocadas después de que el presidente Guillermo Lasso disolviera el Congreso, se ven empañadas por una serie de asesinatos políticos, incluido el reciente homicidio de Fernando Villavicencio, uno de los principales candidatos.
Esta incertidumbre política tiene un impacto negativo en el crecimiento. Fitch pronostica que el crecimiento del PIB se desacelerará a un 1,4% en 2023, debido al debilitamiento de las perspectivas de inversión, la posibilidad de nuevos disturbios sociales, la ralentización del crecimiento del crédito y la disminución en la producción petrolera debido a interrupciones.
La reducción del riesgo político y la incertidumbre en el corto y mediano plazo, reflejada en una mejor gobernabilidad, tanto política como económica, o en la disminución sostenida de las restricciones financieras soberanas, como resultado de un desempeño fiscal más sólido, allanaría el camino para una mejora en la calificación crediticia de Ecuador.
Otras agencias calificadoras, como Moody’s, sitúan la calificación de solvencia de Ecuador en ‘Caa3′, dos niveles por debajo de Fitch Ratings, o en ‘B-’ según S&P, una categoría superior. Ambas mantienen una perspectiva estable para el país.
