Joel Campbell derrotado y sin jugar un partidazo ante Saprissa
Columna de opinión. Joel Campbell, delantero de Alajuelense, le llevaba ganas al clásico, pero se marchó silbado por los aficionados de Saprissa.
Joel Campbell jugó el partido que tanto deseaba al regresar a Costa Rica. Ni siquiera había debutado con Alajuelense cuando soltó la picante frase: el partido que más quería disputar es el clásico en Tibás.
Lo disputó y salió derrotado, silbado por la afición saprissista y con un rendimiento que no cumplió mis expectativas. Los reflectores apuntaban hacia él; venía de hacer un partidazo ante Herediano y esperaba a un Joel que inclinara la balanza.
Ante Saprissa, imaginé ver al Joel que, cuando toma el balón por la banda, corre y se la come. Al Campbell que, ante la marca del lateral, le mueve la cintura y lo hace para allá y para acá, como hizo en los duelos contra Herediano ante Darryl Araya. Pero con Jefrey Valverde, pegó con pared. Valverde se le plantó, lo apretó cuando debió hacerlo y en algunos momentos lo tuvo a mecate corto.
De una vez aclaro, porque saltará alguien a decirme que Campbell no jugó mal el clásico. No he dicho que hiciera un mal partido. Estuvo entregado, esforzado y probablemente fue el mejor de la Liga, pero no fue el Joel que he visto muchas veces. El Joel encarador, irrespetuoso en el buen sentido de la palabra, el que recibe la falta, se levanta y sigue. El Joel que encara, se quita uno o dos rivales y busca anotar el gol.
Joel Campbell fue un jugador con talento en la cancha, pero no fue la figura, y para terminar, opacado por la derrota, Fidel Escobar hizo una genialidad, que hasta el mismo Campbell habría deseado.
No sé si Joel se imaginó este encuentro antes de jugarlo. No sé si se visualizó como figura, anotando y silenciando la Cueva. Quizá por eso le llevaba ganas a este duelo, pero Joel no fue el Joel que se luce, que se echa el equipo al hombro, el de la magia, el Joel que muchas veces llena de emoción a los aficionados cuando juega con la Selección Nacional.
“La derrota molesta porque estábamos peleando el liderato, que es un objetivo que tenemos, pero esto no acaba aquí. También sabemos que el liderato no define a un campeón”, dijo Joel, y tiene razón. En las cuatro fechas que restan para terminar la primera fase del torneo pueden pasar muchas cosas, entre ellas que el delantero manudo tenga un cierre para aplaudirle.
Campbell tiene las condiciones para marcar diferencia, está un escalón más arriba en en el torneo nacional, pero en el clásico no fue determinante. No pesó para la Liga, lo intentó y se topó con un Saprissa ordenado, bien plantado y atento a sus movimientos.
Espero que esa calidad que tiene Joel Campbell la pueda exhibir en su siguiente presencia en el Estadio Ricardo Saprissa. Que su actuación sea de ensueño, digna de aplaudir, que haga uno o más goles. Que la afición coree su nombre y ese regreso de Joel al Saprissa puede estar muy cercano, el 16 de este mes cuando la Tricolor reciba a Panamá.