13 entidades se interesaron en el ‘banco bueno’ de Financiera Desyfin, pero ninguna compró; ¿por qué?
Financiera Desyfin no logró concretar la venta de su “banco bueno”, a pesar del interés de más de una docena de instituciones. La Administración de Resolución atribuye esto a que la cartera de crédito de la entidad estaba dirigida a un nicho muy específico: las pymes.
Un grupo de 13 entidades, de las 35 invitadas del Sistema Financiero Nacional, mostraron interés en los activos en buen estado de Desyfin, pero ninguna concretó el negocio.
A raíz de esto, el equipo de resolución de Desyfin, liderado por Marianne Kött, pagará a los ahorrantes con recursos obtenidos a partir de la recuperación de créditos durante el proceso de intervención y resolución de la entidad y con rendimientos de inversiones.
Rodolfo González, resolutor adjunto de Financiera Desyfin, indicó que los principales clientes de la cartera eran pequeñas y medianas empresas, sobre todo en servicios de factoreo y arrendamientos.
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“Esta cartera, obviamente, no a todas las entidades les interesa, porque es un mercado y un nicho muy específico. De igual manera, invitamos a todas las entidades a participar en la compra, pero ya dependerá mucho del perfil y el apetito de riesgo que tengan para presentar alguna propuesta”, señaló González.
Kött agregó que la cartera tiene características propias y que las entidades compran créditos de acuerdo con el nivel de riesgo que estén dispuestas a asumir.
“El interés fue de muchas entidades, pero a la hora de entrar y analizar la cartera, eso va a depender del apetito de riesgo que quieran llevarse y del nicho al que se dediquen. Eso va a influir mucho en a la hora de negociar y ver qué negocio se quieran llevar”, dijo la resolutora de Desyfin.
Kött afirmó de que de las entidades con interés, nueve firmaron contratos de confidencialidad, cuatro realizaron la debida diligencia y solamente una presentó la oferta.
“Esta fue analizada (la oferta), pero presentaba debilidades legales que impidieron avanzar hacia la concreción del mecanismo de ‘banco bueno’ y ‘banco malo’”, comentó la resolutora.
Ante esto, la Financiera procedió con el pago directo a los ahorrantes, sin que se trasladaran activos ni pasivos a otra entidad, ya que Desyfin contaba con la liquidez necesaria para ejecutar este mecanismo.
Kött agregó que también influyó el hecho de que, bajo el mecanismo de “banco bueno” y “banco malo”, la entidad que asumiera la operación debía aceptar una cifra equivalente en pasivos de Desyfin.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), consideró que los pasivos también representan una oportunidad, ya que se trata de nuevos depositantes que se integran a la entidad receptora, aumentando así su tamaño.
El único detalle, comentó Fernández, es que la entidad que recibe la operación debe contar con suficiente liquidez, en caso de que los nuevos clientes deseen retirar sus recursos.
“Lo ideal es que se queden y que el intermediario financiero crezca sustancialmente. A uno le extraña que una entidad pequeña o mediana no haya asumido los activos y pasivos. Puede ser que no tuvieran la liquidez suficiente, pero es un negocio bien interesante”, dijo Fernández.
Venta de activos
Aunque no se concretó el negocio de “banco bueno” y ”banco malo“, la resolución de Desyfin continúa con la venta de activos, tales como bienes adjudicados y cartera de crédito, lo que podría permitir un pago adicional antes de la entrega del residual al juez concursal.
“Este es un mecanismo mucho más directo. Esto le permite a las entidades realizar la compra nada más de la cartera y seleccionar los créditos que consideran de acuerdo a su apetito de riesgo”, explicó el resolutor adjunto.
Actualmente, siete entidades manifestaron interés en la compra de cartera, sobre todo bancos privados. Las eventuales ofertas deberán elevarse al Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) para su valoración y aprobación.
La cartera de crédito, que es el mayor activo de Desyfin, ascendía a ¢100.009 millones a abril pasado. Para ese mes, el 72% de los préstamos tenía morosidad menor a 90 días, y el 28% restante, mayor a ese plazo.
El exgerente del BCR afirmó que, si el 72% de la cartera tiene morosidad menor a 90 días y está ligada a empresas pymes, se trata de préstamos muy atractivos, posiblemente con tasas de interés competitivas.
El resolutor adjunto de la Financiera explicó que ejecutan procesos importantes de cobro para evitar el deterioro de la cartera. Añadió que ya hay una cantidad de deudores con más de 150 días de atraso en proceso de cobro judicial y que también se han realizado ejecuciones de bienes dados en garantía.
“Ha sido un esfuerzo. Tenemos más de 400 procesos de cobro judicial abiertos, buscando recuperar, en la medida de lo posible, los recursos para efectuar alguna devolución. No obstante, la parte judicial requiere tiempo y hay procesos que debemos respetar”, añadió.
González enfatizó que este es uno de los activos que podría venderse para realizar pagos adicionales, por lo que mantener baja la morosidad resulta fundamental para atraer interés.
A mayo de 2025, los activos de Desyfin sumaban ¢176.611 millones, incluyendo dinero destinado al pago de los ahorrantes. Una vez que se cancelen dichos recursos, quedarían ¢107.250 millones en activos, incluyendo el edificio central, otros bienes y la cartera de crédito.
¿Habrá fideicomiso?
El equipo de resolución continúa las gestiones para invitar a eventuales interesados en constituir y administrar un fideicomiso que se encargue del manejo de los activos residuales de la financiera.
El fideicomiso estaría integrado por todos los activos que no se negocien antes del 9 de octubre, fecha límite para que la resolución de Desyfin inicie el proceso concursal ante el Juzgado Concursal.
Actualmente, los encargados de la resolución confirmaron que una entidad ya mostró interés en administrar este instrumento. Además, se mantienen en el proceso de invitación.