Conozca la herramienta de inteligencia artificial que podría descifrar secretos de la antigua Roma
Google DeepMind presentó un modelo de inteligencia artificial llamado Aeneas, diseñado para ayudar a los historiadores a interpretar inscripciones latinas antiguas, estimar su procedencia temporal y geográfica, y sugerir las palabras faltantes en los textos fragmentarios. El sistema fue detallado este 23 de julio en la revista Nature, y desarrollado en colaboración con universidades del Reino Unido y Grecia.
Aeneas (llamado así por Eneas, protagonista de la épica La Eneida) “recupera paralelismos textuales y contextuales, aprovecha insumos visuales, maneja la restauración de textos de longitud arbitraria y representa un avance en el estado del arte en tareas clave”, según el estudio publicado.
De la Antigüedad se conservan cientos de miles de textos en diferentes formatos, pero muchísimos están deteriorados, incompletos o solo sobreviven de manera fragmentaria por el paso del tiempo o por su manipulación. De este modo, aunque conocemos el contenido de algunas inscripciones, ha sido históricamente difícil determinar el significado completo de las piezas.
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Por supuesto, el modelo es una herramienta, una forma de identificar patrones y establecer nuevas hipótesis, pero el historiador profesional sigue siendo necesario para evaluar críticamente las sugerencias del modelo.
Así lo explica el artículo de Nature: “Los historiadores consideran que los paralelismos recuperados por Aeneas son puntos de partida útiles para la investigación en el 90 % de los casos, mejorando su confianza en tareas clave en un 44 %”.
El estudio enfatiza: “Las tareas de restauración y atribución geográfica ofrecieron mejores resultados cuando los historiadores trabajaron junto con Aeneas, superando tanto al desempeño humano como al de la inteligencia artificial por separado”.
Aeneas fue entrenado con cerca de 176 861 inscripciones en latín (cerca de 16 millones de caracteres) que datan desde el siglo VII a.C. hasta el siglo VIII d.C., y encontradas en las tierras de las antiguas provincias romanas de Britania (hoy Gran Bretaña), Lusitania (Portugal), Egipto y Mesopotamia (Irak).
De acuerdo con el estudio, probado con 23 historiadores, el modelo puede analizar el texto o la imagen de una inscripción fragmentada y completar los caracteres faltantes, incluso cuando los especialistas no saben cuánta parte del texto se ha perdido.
Aeneas también sería capaz de estimar con bastante precisión la fecha y el lugar en que fue creada la inscripción según el lenguaje utilizado o el estilo, así como identificar otras inscripciones conocidas con frases o funciones similares.
Como en todo estudio experimental de inteligencia artificial, los investigadores advierten que no se trataría de un sustituto del trabajo científico con valoración humana.
“El potencial de clasificación errónea o representación incorrecta de datos históricos es una preocupación notable, especialmente en el mundo romano, donde los modelos de IA podrían reforzar inadvertidamente lecturas sesgadas o inexactas del pasado”, dicen en sus consideraciones éticas.
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