Padre de víctima en accidente en Jacó pide indagar estado mecánico de bus que habría causado la colisión
Sebastián Barrantes Solano, de 22 años, era un joven estudioso y trabajador. Solo le faltaba un semestre para culminar la carrera de Ingeniería Informática. El domingo salió de su casa, ubicada en el centro de Jacó, para realizar un trabajo en una finca cercana. Ese día le pidió a su hermano, José Gabriel, de 27 años, que lo acompañara. Ninguno regresó a casa.
Sebastián conducía un vehículo pick-up blanco que resultó involucrado en el trágico accidente múltiple ocurrido poco antes de las 4 p. m. del domingo, a 300 metros de la entrada a Villa Caletas, en dirección a Punta Leona. Era hijo de la vicealcaldesa de Garabito, Marisol Solano, y fue la única víctima mortal del siniestro.
En la colisión estuvieron involucrados cinco vehículos y un autobús que transportaba a un equipo infantil de fútbol de Quebrada Ganado, el cual regresaba de disputar varios partidos en el cantón de Parrita. Aunque en el autobús viajaban al menos 30 personas, la mayoría resultó ilesa y abandonó el sitio por sus propios medios.
Producto del impacto, cuatro personas resultaron en condición crítica, entre ellas José Gabriel. Haber ido en el asiento del acompañante, milagrosamente, le permitió salir con vida de entre las latas retorcidas. El choque fue tan severo que la parte frontal del vehículo quedó completamente destruida.
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José Gabriel fue trasladado al Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, donde permanece hospitalizado. Roberto Barrantes, padre de ambos jóvenes, confirmó a este medio que, por ahora, su estado de salud es estable.
“Tengo un hijo en el hospital y el otro en la morgue”, lamentó Barrantes, quien asegura que sus hijos fueron víctimas colaterales de una presunta negligencia. Por ello, solicita a las autoridades revisar el caso y evaluar el estado mecánico del autobús que provocó la colisión.
Un video captado por la cámara de un vehículo que transitaba por el lugar, en el momento del accidente, muestra al bus desplazándose a alta velocidad. En cuestión de segundos, invade el carril contrario e impacta de frente el carro en el que viajaban los hermanos, y seguidamente, otro vehículo que cayó por un acantilado de al menos 50 metros. Sus dos ocupantes fueron rescatados.
Según versiones preliminares, el autobús habría perdido los frenos. Así lo sostiene con firmeza el padre de los jóvenes.
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Roberto explica que el conductor del bus, en el que viajaba el grupo de menores, aparentemente sabía de antemano que el vehículo presentaba problemas en el sistema de frenos.
De acuerdo con su testimonio, durante el día él mismo ha conversado con al menos nueve personas para esclarecer los hechos y corroboró que el chofer fue visto intentando reparar la avería antes de emprender el viaje de regreso con los niños.
“Tenía que ganarse una platica. Como él no podía regresarse y tenía problemas con los frenos, se arriesgó”, afirmó molesto.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó a La Nación que el conductor del autobús no está detenido.
“Es increíble que les haya pasado esto”
Roberto recuerda a su hijo como una persona alejada de los vicios y muy esforzada. Siempre hacía las cosas bien, “casi perfectas”, dice su padre.
El domingo, Sebastián salió de su casa en dirección a una localidad conocida como Sabanilla, donde lo habían contratado para aplicar herbicidas en una finca. Su padre afirma que le pagarían ¢200.000 por el trabajo. Hoy, en medio del luto, esa cifra le parece insignificante.
“Yo se los hubiera pagado, con gusto y regusto”, dice.
La noticia tomó al padre de los jóvenes por sorpresa y fuera del país. Desde hacía algunos días se encontraba de viaje en Carolina del Norte, Estados Unidos. Su tarde de domingo fue interrumpida por una llamada de su abogado, que atendió como de costumbre. Fue entonces cuando le informaron del siniestro.
Este lunes, a las 6 a. m., tomó un vuelo desde Estados Unidos y regresó a Costa Rica. “Es increíble que les haya pasado esto”, relata el padre.
La Municipalidad de Garabito, en solidaridad con su vicealcaldesa, externó las condolencias a ella y su familia.
“La acompañamos en su dolor”, expresó la entidad en una publicación realizada minutos antes de las 10 p. m. del domingo.
El accidente que cobró la vida de Sebastián ocurre en un contexto en el que Costa Rica registra un fuerte incremento de muertes, lesiones e incapacidades por accidentes de tránsito.
Solo entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, tres personas fallecieron en carretera y 14 resultaron heridas, en condición crítica. Los policías de Tránsito, apenas 682 para todo el país y distribuidos en cuatro turnos (170 por turno), no han podido controlar la situación.