La encrucijada de denunciar en un sistema que nos demoniza, la inestabilidad laboral y dependencia económica o habitacional, sin programas como el Acompañar o contención a través de la línea 144 hoy desmantelada, sumado a la aberración legislativa del proyecto machista y letal mal llamado Falsas Denuncias, cierra con doble llave la salida, viva. Estamos en la boca del lobo. Somos el alimento de una política pública criminal.