PP y Cs mantienen en el ‘no’ a investir a Sánchez pese al riesgo de repetir las elecciones
Con avances o sin ellos en la negociación de los apoyos, el próximo martes se sabrá cuándo se someterá Pedro Sánchez a la confianza del Congreso para lograr su investidura y el presidente del Gobierno espera que la fecha sirva para romper el bloqueo.
Fuentes del Gobierno consideran que cuando la fecha del debate esté sobre la mesa -en julio-, las dinámicas de los demás partidos cambiarán y asumirán que tienen que decidirse. Esas mismas fuentes confirmaron el sábado que Sánchez tiene intención de convocar una nueva ronda con los líderes de los otros tres principales partidos -la tercera- para intentar convencerles de que permitan su investidura. En la rueda de prensa que dio al término de la cumbre del G-20 en Osaka, Pedro Sánchez lanzó un mensaje a Albert Rivera aprovechando la crisis interna en el partido naranja: en lugar de pedirle a los críticos que formen otro partido, debería volver a la responsabilidad y permitir el Gobierno. Pero Cs no da muestras de estar dispuesto a replantearse su enrocamiento en el 'no' al líder socialista.
Es más, la formación que lidera Rivera ha encontrado nuevos pretextos para rechazar un cambio de postura. "Fuimos a las elecciones diciendo para qué iban a servir los votos de Cs: para sacar a Sánchez de La Moncloa; y por tanto, ninguno de esos 4.200.000 votos que confiaron en Cs van a ver cómo ese voto es para apoyar a Sánchez", ha dicho la portavoz de Ciudadanos en el Senado y en el Parlament de Cataluña, Lorena Roldán, para quien "los últimos movimientos de Sánchez justifican todavía más esa negativa a Sánchez". Estos "últimos movimientos" de Sánchez son los "pactos de la infamia" de los socialistas en varios ayuntamientos y comunidades autónomas, como es el caso de Navarra, donde llegó a un acuerdo con EH Bildu, así como la reciente entrevista a Arnaldo Otegi en RTVE, donde, según las palabras de la portavoz, "se le ha puesto una alfombra roja" incluso en víspera del homenaje a las víctimas de terrorismo. "Por todas estas cosas no podemos dar ese apoyo a Sánchez, lo dijimos en campaña y nos reafirmamos", ha insistido.
Igual de tajante, o más puesto que en este caso ha sido el propio líder del partido quien ha respondido a los cantos de sirena que llegan desde la Moncloa, ha sido el PP. Pablo Casado, quien como Sánchez se encontraba este domingo en Bruselas con motivo de la cumbre europea, ha asegurado ante los medios: "No le vamos a facilitar la investidura porque no solo lideramos la oposición, sino que somos la alternativa al Partido Socialista en España. Y no sería bueno para España quedarnos sin oposición y sin alternativa".
Casado, que ha asegurado que acudirá a otra ronda de consultas si la convoca Sánchez como ha hecho "siempre", ha avisado de que sería "una irresponsabilidad" ir a nuevas elecciones en España pero ha dejado claro que este escenario no le da miedo al PP. "Si él quiere forzar las cosas para ir a unas segundas elecciones a nosotros no nos da miedo, pero al mismo tiempo decimos que es una irresponsabilidad", ha asegurado Casado, para quien "los españoles están hartos ya te tener que ir a votar para tener que resolver los problemas de aquellos que han ganado las elecciones y deberían intentar una investidura".
El líder del PP coincide con Cs al considerar que "no tiene mucho sentido" que Sánchez pida a los partidos constitucionalistas, es decir PP y Cs, que se abstengan para facilitar su investidura y luego pacte "en Badalona con los radicales independentistas" y en Navarra "con Bildu y Geroa Bai".
Todo este enredo no lo alivia ni el socio preferente del Gobierno, Unidas Podemos, que sigue empeñado en formar parte del futuro ejecutivo. Sánchez volvió a dejar claro en Osaka que España necesita "un Gobierno de cooperación", que no tiene nada que ver con la coalición que le reclama Pablo Iglesias, e insistió en que no se mantenga esta situación de parálisis. Le ha respondido este domingo Pablo Echenique, cesado como número tres del partido morado pero que sigue ejerciendo funciones de portavoz como un miembro más del puente de mando.
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Sánchez cree que poner en marcha el reloj puede obligar a otros a moverse y por eso, en Osaka, hizo un llamamiento para que todos "no solo Podemos, también PP y Ciudadanos, asuman su responsabilidad" en el proceso de investidura y faciliten la gobernabilidad.
En el PP, mientras tanto, creen que Sánchez va a llevar hasta el final su pulso con Unidas Podemos pero confían en que no se llegue al “disparate” de unas nuevas elecciones que no le vendrían bien ni a Pablo Iglesias ni a Albert Rivera. Casado se encontraría cómodo tanto con una abstención por parte de Ciudadanos, una opción que ya ha dicho en varias ocasiones que no criticaría, como si mantiene su estrategia actual de no facilitar la investidura de Sánchez. En cualquiera de los dos casos el líder del PP gana, según indican fuentes del partido, en el primero porque se haría con todo el campo que corresponde a la oposición. En el segundo, porque piensan que la negativa de Rivera a facilitar el Gobierno de Sánchez marcaría el perfil "moderado" de Casado como "un hombre de Estado".
Pasada la debacle electoral de las generales, el presidente del PP, que cumplirá este mes de julio un año al frente del partido, se encuentra consolidado en su papel como líder de la oposición y ya ha "ajustado los tiempos" para desarrollar esta labor durante los próximos cuatro años. De hecho, es una de las voces que más insiste en que se produzca la investidura de Sánchez, aunque siempre dejando claro que él no la facilitará con una abstención.
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