Vivir en un prostíbulo, el gancho de la nueva etapa de ’21 días’

Viviendo en un prostíbulo. Así se presenta el regreso de 21 Días, el programa de Cuatro que nació con Samanta Villar, después continuó con Adela Úcar y ahora pretende impulsar su éxito con la periodista Meritxell Martorell.

Nuevo rostro para un formato que intenta buscar el más difícil todavía a la hora de llamar la (morbosa) atención en el espectador. Su nuevo reto: convivir en un prostíbulo.

"No me puedo creer que esté bajando a la sala. Todos creen que tienen el derecho a poseerte", sentencia la reportera en las promociones del espacio de Cuatro, que aún no tiene fecha fija de regreso y que vuelve para fortalecer la parrilla de Cuatro, canal pionero en el formato del docushow desde Callejeros.

Porque 21 Días más que periodismo es un docushow, donde se entremezcla el documental con el espectáculo televisivo. Un género en alza en la televisión actual, en tiempos en los que el límite entre información y show se ha diluido de forma feroz.

Incluso los canales pretendidamente de documentales han sucumbido a formatos de entretenimiento donde el espectador no diferencia entre realidad y ficción.

Los datos de audiencia prefieren los empeños a la bestia, que la cultura. Y las cadenas intentan hacer el equilibrio entre credibilidad y fuegos artificiales. Pero este juego no siempre sale bien. Habrá que ver si Meritxell Martorell logra conquistar esa credibilidad de la complicidad o se queda en los cohetes de artificio en esta nueva etapa de 21 Días.

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