División en el PSOE sobre si aceptar la oferta de Podemos o ir a la abstención tras un fracaso de Rajoy
Lo cierto es que la posibilidad de que Pedro Sánchez vuelva a intentar la investidura, esta vez con el apoyo del partido morado, no estaba en el debate del principal partido de la oposición hasta que lo han colocado la presidenta balear y el primer secretario del PSC. Hasta ese momento, ni los barones ni la cúpula de Ferraz contemplaban la posibilidad de aceptar la oferta de Podemos para articular una candidatura alternativa a la de Rajoy, cerrando así el paso a los conservadores. La idea fue avanzada por la dirigente andaluza del partido morado, Teresa Rodríguez, y después la han secundado otros dirigentes de la formación, incluido el propio Pablo Iglesias, quien ha declarado a eldiario.es que “en aras de evitar un Gobierno del PP, si el PSOE da un paso adelante y propone algo, nosotros lo estudiaremos. Seguirían dando los números”.
Armengol, que se ha entrevistado este miércoles con Sánchez dentro de la ronda de contactos previa al Comité Federal del sábado, ha dicho que “si Rajoy no consigue ser investido, hay otra opción que es que lo intente Pedro Sánchez”. Iceta, que también ha acudido a la sede del partido, ha defendido así mismo que “el PSOE no se puede quedar de brazos cruzados si se produce el fracaso de Rajoy”.
La cuestión es cómo el líder socialista va a enredarse en otra negociación con Podemos de cara a un pacto de Gobierno cuando Iglesias le dejó colgado en la investidura fallida de la anterior legislatura. Los factores en contra de esa alianza siguen siendo, además, muchos y de envergadura. Para empezar, está la fuerte resistencia en algunas federaciones del partido como la andaluza, cuyos 20 diputados no olvidan de las frustradas negociaciones con Rodríguez para la investidura de Susana Díaz. Además, la aritmética es implacable y lo que dicta en este caso es que los 156 diputados que sumarían el PSOE y Podemos requerirían para alcanzar la mayoría absoluta de 176 otros 20 escaños más que solo podrían salir de las filas nacionalistas e independentistas, una posibilidad que el Comité Federal socialista ya descartó en diciembre pasado. No cabe duda de que Iglesias piensa en ellos cuando afirma que “seguirían dando los números”, pero el Partido Socialista tendría que dar un giro de 180º que, hoy por hoy, no parece probable.
En cualquier caso, si lo que pretendía Iglesias era sembrar la división antes del importante cónclave del sábado lo ha conseguido. Él niega contradicciones o cambios de opinión y explica por qué no apoyó la investidura de Sánchez cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. La pregunta que le formulan es: “En la noche del 26 de junio le preguntaron si se arrepentía de no haber investido a Pedro Sánchez. Entonces dijo que las organizaciones de Unidos Podemos no prostituirían su programa. ¿Sigue manteniendo esa reflexión? ¿Hicieron bien?” Y el líder de Podemos responde: “Así lo consideró el 90% de los inscritos. Pero el debate no era investir a Pedro Sánchez, la pregunta es tramposa. El debate era apoyar el pacto de (Albert) Rivera con Sánchez, que era un acuerdo programático que implicaba la claudicación ante el 80% del programa de Ciudadanos. Nosotros fuimos los primeros en proponer a Pedro Sánchez ser presidente del Gobierno. La pregunta bien podría ser, ¿estaría usted dispuesto a volver a proponer a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno? Si es en los mismos términos que en aquella ocasión, claro”.
Otra brecha entre los barones: ¿No rotuno y para siempre o futura abstención?
Tampoco está claro que la abstención ‘in extremis’ para salvar al país de unas nuevas elecciones sea una alternativa viable y sin oposición interna en el PSOE. Hasta este miércoles, estaba claro que el Comité Federal iba a ratificar el voto en contra del líder del PP al menos en primera instancia, mientras subsista la posibilidad de que Rajoy consiga otros apoyos de partidos “afines”. Lo que hasta ahora habían defendido los dirigentes territoriales que han pasado por Ferraz es que solo si se demuestra que Rajoy es incapaz de reunir los votos necesarios para superar al bloque de los noes, el PSOE podría replantearse su actitud en un nuevo Comité Federal que se celebraría en agosto y que podría dar luz verde a una solución alternativa al desenlace más temido, el que obligaría a colocar de nuevo las urnas.
Eso es lo que sugirió el martes la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, tras entrevistarse con Sánchez y esa es la opción con la que parece contar el propio Rajoy, quien hasta ahora no ha cosechado ningún respaldo explícito a su candidatura. Ni siquiera se lo ha dado Coalición Canaria, aunque lo más seguro es que la diputada de esta formación no sea ningún obstáculo. Sí lo son, de momento, el PNV, y definitivamente ERC, los otros dos grupos parlamentarios que han acudido ya al Palacio de la Moncloa. El portavoz de los republicanos, Joan Tardá, ha contado a los periodistas que tiene la impresión de que Rajoy cuenta con que el PSOE se acabe absteniendo, aunque no lo haya expresado verbalmente.
El presidente valenciano, Ximo Puig, tampoco ha descartado a la salida de su entrevista con Sánchez que el PSOE tenga que tomar “nuevas decisiones” más adelante si Rajoy no logra ser investido, aunque “de momento” recomienda “no correr más que el futuro” y dejar que el líder del PP intente “unir a las derechas”. “El futuro llega y cuando llegue será el momento de tomar nuevas decisiones”, ha dicho Puig. Pero también en este punto las posturas difieren bastante. Armengol se ha mantenido en la tesis el “no, nunca y en ninguna circunstancia” cuando se le ha preguntado por esa posible abstención futura. Iceta ha respondido que no entiende lo de la abstención mínima, en alusión a que solo un puñado de diputados opten por esa vía, los justos para permitir la elección del candidato del PP.
Así las cosas, el Comité Federal se presenta ahora más movido de lo que en un principio se esperaba. Por cierto que el presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE en esa comunidad, Emiliano García-Page, que ha pospuesto la entrevista con Sánchez hasta el próximo viernes, ha puesto el foco sobre otro aspecto interesante del debate. Ha apuntado en declaraciones a la Cadena Ser que si los socialistas se ven obligados a tomar una “decisión de vértigo” sobre la investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy, “hay momentos en la vida y hay momentos en la coyuntura política en los que el cabeza tiene que tomar una decisión (…) porque evidentemente ser dirigente, ser líder, significa llevar la iniciativa”. En ese contexto, ha dicho que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, necesitará de la “confianza” de su partido.
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