Carlos Sadness presenta un libro ‘lleno de música’: “Sólo soy una persona enamorada de la creatividad”
Anatomías íntimas es el nuevo libro de Carlos Sadness, cantautor indie barcelonés que ha decidido recoger en esta obra “pinceladas” de su vida. “Es como si uno de mis discos tuviera dibujos en vez de música y 70 canciones en vez de doce”. En una entrevista con Republica.com, Sadness, que acaba de regresar a España tras una exitosa gira por México, nos desgrana sus inquietudes artísticas, su forma de afrontar la fama y nos explica qué ha cambiado desde que hace diez años comenzara a difundir sus canciones a través de Internet.
En tiempos en los que tantos cantantes lamentan la influencia de internet en la música ¿podría decirse que usted es de los primeros cantantes 'hijos de internet'?
Esa crítica y ese lamento es un poco ‘old school’. Quien ha vivido y se ha acostumbrado a una época y se lo cambian, puede que no sea de su agrado. Sin embargo a otros, nos ha dado la plataforma de existir públicamente porque Internet ha hecho que proyectos que no tenían un apoyo discográfico o mediático, ahora gracias a la selección de la gente, tengan una ayuda que antes no tenían. También pasas a competir con muchos más, porque hay infinitas propuestas, ya hacer que destaque la tuya requiere originalidad, trabajo… La exigencia es extrema. Pero evidentemente, sí que puedo considerarme un ‘hijo de Internet’.
¿Cómo puede compatibilizarse el respeto a los derechos de autor y al acceso universal a la música a través de la red?
Uno no puede poner al cielo líneas de carretera. Está bien intentar regularizar todo eso, no para sacar partido sino para que otros no saquen partido de lo que es tuyo. Hay que vigilar cómo se modifican éstas cosas. OK a las cosas gratuitas, pero que no se las quede otro. Cuando algo se monetiza hay que estudiar el reparto. No nos preocupamos tanto hoy en día de que haya cosas libres o gratuitas porque a todos nos benefician pero sí hay que velar por un reparto justo y por cambiar algunas vías que todavía no lo son como Youtube, por ejemplo.
¿En qué ha cambiado musicalmente hablando el chaval que estudiaba diseño y colgaba sus canciones en MySpace?
Hay diez años y muchos cambios. Sólo hay que mirar los teléfonos móviles que utilizábamos entonces y los de ahora. Se dice rápido pero pasan muchas cosas y vives muchas experiencias en las que nunca pensabas. Uno deja de ser adolescente y aunque la motivación de la creatividad nace incluso antes, está claro hay un antes y un después de aquel chaval pequeño. Si yo pudiera, le visitaría para decirle que con un disco acabamos de ‘petarlo’ en México. Lo mejor es que de lo que a mí me ha pasado nada estaba previsto, porque nunca pensé marcar una meta. Simplemente he hecho lo que me ha apetecido siempre y ha traído sorpresas positivas.
¿Profesionalmente las redes sociales son para usted, una necesidad, una obligación o una vía promocional?
A veces pienso que si no me dedicara la música, quizás no utilizaría las redes sociales porque las considero unas herramientas excesivamente exhibicionistas. Cuando uno tiene algo que contar respecto a su actividad creativa pueden ser muy útiles y beneficiosas, pero no hay que volverse locos. Exponer tu vida ahí puede conllevar una falta de intimidad y de privacidad que puede ser incómodo. Hay cuestiones personales que no reflejo, intento que se refleje mi vida profesional, lo que pasa es que mi vida profesional está tan ligada a la personalidad emocional que quieras o no está tu vida ahí. Tengo la suerte de que mi público tampoco es muy de ‘prensa rosa’ y yo también pongo ciertos límites que la gente comprende que no debe traspasar.
Usted se autodefine en twitter como cantante galactropical, ¿Puede explicarnos lo que es?
Este adjetivo viene de la primera entrevista que hice, cuando salió el disco y me preguntaron por un adjetivo para el disco… Se me ocurrió “galactropical” como podría haber surgido cualquier otra palabra y fue ya una etiqueta que me pusieron y que quedó genuina para mí.
Carlos Sadness es un cantante, un escritor, un poeta, un creativo, un artista...
Me cuesta ponerme la etiqueta de un oficio porque hay gente muy buena en todas esas facetas y nunca he pretendido alcanzar la excelencia técnica en ninguna de ellas sino simplemente comunicar, conmover… Y el tema creativo es el que más me gusta. Y estoy satisfecho de haber encontrado el camino en la música, escribiendo, dibujando… Pero sólo soy una persona enamorada de la creatividad y que a partir de ahí hace cosas que le divierten.
¿Ponemos demasiadas etiquetas con los estilos musicales? El hip hop, el indie, el cantautor…
Internet nos ha dado acceso a tantas cosas que limitarlas con las etiquetas es algo absurdo… Y decir “yo soy cantautor, o decir ‘yo soy cantante indie’… ¿y qué pasa, que si un día haces una cosa diferente ya no lo eres?’” Hay que vivir al margen, tener una identidad e intentar que el día que hagas un disco de flamenco a la gente que te siga le guste, ya sea de flamenco, de hip hop o de lo que sea.
En su salto al estrellato, ha conocido a numerosos artistas de talla mundial... ¿Podría decirnos qué es lo que más le ha llamado la atención a nivel positivo de alguno de ellos y que ha visto en algún otro que no le gustaría imitar?
Hay gente que está muy arriba en la que es admirable su energía. A veces pienso que los artistas que mejor me han tratado son los que están más consolidados. Un cantante de Zoé escuchó una versión que yo había hecho de Zoé, me escribió y me invitó a tomar algo con él cuando fuera a México. Fue un detalle de una persona que no necesita ser tu amigo para nada y que te deja muy sorprendido. Sin embargo, algunos que estaban a medio camino son los que me han decepcionado un poco. Un comportamiento que no me gusta es el de aquéllos que acaban rodeándose sólo de personas que consideran iguales a ellos, en un estatus de popularidad elevado, o de fama, y que parece que menosprecian a los que no están en ese círculo. Creo que cometen un error porque las personas te van a aportar cosas viniendo de donde vengan, desde la más absoluta sencillez. Estoy seguro además de que muchas carreras artísticas se truncan en este país porque el artista se rodea sólo de personas que le doran la píldora.
¿Cuando una persona salta a la fama, está viajando constantemente...resulta difícil mantener los mismos amigos?
Resulta complicado porque tienes poco tiempo, pero el buen amigo sabe que estás haciendo algo importante para ti y cuando le ves tratas de ponerte al día, así que lo más importante es no olvidarte de él.
Un cantante indie, ¿es menos indie cuando ficha por una compañía de discos como Sony?
En España no, porque en España al final la mayoría de artistas de la escena indie están en multinacionales. A mí Sony nunca me ha puesto fronteras estilísticas ni de ningún tipo, por tanto la libertad creativa es la misma, por lo que si hablamos de indie como género no afecta en absoluto. Si hablamos de indie como persona que se lo paga todo él, entonces no eres indie, pero evidentemente no cambiaría el pagármelo todo de mi bolsillo a que me lo pague la discográfica. Si fuera por la etiqueta, la perdería antes de tener que pagarme un disco yo, porque es un pastizal.
¿Cuando uno triunfa, la fama le hipoteca y le obliga a hacer cosas que le gustan menos?
En mi caso ha sucedido lo contrario,, porque siempre me he sentido muy libre pero el hecho de que las cosas funcionen siendo tú mismo te avala. Uno acaba ganando confianza con su identidad y eso le permite confiar más todavía en lo que le hace único. Ha sido el público el que te ha elegido, no has triunfado porque la discográfica te haya hecho actuar de una u otra forma.
Ha sido creativo e ilustrador publicitario, ha creado bandas sonoras de películas, ha puesto la música a famosos anuncios televisivos, llena salas de conciertos... ¿Qué es lo que más le llena? ¿Con qué se queda de cada experiencia?
El momento más emotivo es el del concierto en el que la gente está esperando tus canciones y cuando empiezan la cantan... Son esos minutos de intensidad, de emociones concentradas una tras otra. Hice hace un mes cuatro conciertos en México seguidos en unas salas enormes y al día siguiente llegué a Buenos Aires a la habitación del hotel y necesité un tiempo para asimilarlo todo… Es una sensación magnífica.
¿Anatomías íntimas llena el espacio que le quedaba en su vida artística polifacética?
Al final siempre va a haber algo artístico que te apetece hacer. Lo del libro en cualquier momento me habría apetecido mucho, pero además ha venido una editorial a proponérmelo y ha sido el empujón que necesitaba para marcarme fechas y currar como un cabrón, que llegara el fin de semana y en vez de descansar me pusiera a dibujar. Y ahora me siento muy agradecido de haberlo hecho.
Sus obras y sus canciones tienen mucho de amor y no menciona la política...¿hay poco amor en la política?
Hay poca poética en la política y la política ya está en los programas de la tele…Está en sitios donde está bien. Pero yo no siento la necesidad de politizar mis trabajos artísticos.
Pero es anómalo que un cantautor no tenga en su repertorio canciones con transfondo político…
A mí me parece bien que haya expresividad en la dirección que sea. Me parece muy bien que haya de todo y si todo el mundo cantara sobre lo mismo sería un coñazo. Veo necesaria la ‘canción protesta’, pero yo para protestar utilizo por ejemplo twitter, y no dedico canciones a ello porque artísticamente no va con mi carácter. Quizás en otro momento de mi vida tenga esa necesidad, pero tampoco voy a forzarme a ello porque sea lo que me toca. Eso no quita que yo no tenga inquietudes o piense que haya que alzar la voz en cosas, aunque sea delicado. Porque posicionarse cuando toca, no me parece mal.
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