El cazador, en su llamada al 112: “Están muertos, los dos. He sido yo”
Ismael Rodríguez, cazador de 28 años vecino de Vacarisses (Barcelona), que confesó haber disparado y matado a dos agentes rurales el pasado 21 de enero en el municipio leridano de Aspa reconoció desde el primer momento haber cometido el crimen en su llamada al 112. Así se desprende de la llamada hecha pública por la Cadena SER, en la que el cazador relata con tranquilidad que “están muertos” y responde afirmativamente cuando la operadora la pregunta si él ha sido el responsable.
Una vez que la empleada transfiere la llamada a los Mossos d’Esquadra, el cazador responde así cuando le preguntan si ha sido un accidente."Han venido, me he puesto nervioso y no sé por qué he reaccionado así", relata Rodríguez, que hizo la llamada 40 minutos después de matar a los agentes y que hizo cuatro disparos cuando su escopeta sólo permite cargar tres disparos –dos a cada uno de los agentes que iban desarmados-, por lo que tras efectuar tres de los disparos recargó la escopeta para efectuar el cuarto-.
El dueño del arma, en libertad con cargos
El dueño del arma declaró el lunes en el Juzgado de instrucción número 4 de Lleida, acusado de ser cooperador necesario de un delito de tenencia ilícita de armas y, tras declarar, quedó en libertad con cargos y sin fianza. Además, la Guardia Civil le ha retirado todas las armas que tenía, según ha informado el fiscal jefe de Lleida, Juan Boné.
El propietario del arma explicó al juez que el autor confeso de las muertes de los agentes rurales tenía su escopeta porque un par de días antes habían ido juntos visitar un coto, con el coche de Ismael Rodríguez, y de vuelta a casa se había dejado el arma sin querer en el vehículo del imputado.
Ha asegurado que, aunque se la reclamó en varias ocasiones, este le dijo que ya se la devolvería, pero no lo hizo. En este sentido, ha asegurado que no le dejó la escopeta voluntariamente, porque sabía que no disponía de licencia de armas.
Este relato no ha convencido al abogado que representa a las viudas de los agentes fallecidos, Pau Simarro, quien considera que el acusado "juega a despistar y solo intenta encubrir al autor confeso del crimen, ya que no ha sabido explicar por qué Ismael puso la escopeta a su nombre, pese a que este nunca pagó dinero por ella".
"Sabía perfectamente de qué iba el tema, pero ha dado una declaración confusa. Por eso creemos que se debe mantener la imputación contra él", ha añadido.
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