El derbi aragonés es azulgrana
La SD Huesca se impone al Real Zaragoza con goles de Okazaki y Josué Sá y se reencuentra con la victoria en LaLigaSmartBank antes del parón navideño (2-1)
La SD Huesca se impuso en el derbi navideño ante el Real Zaragoza, en un vibrante partido en El Alcoraz que supuso la vuelta a la victoria para los de Míchel, gracias a los goles de Okazaki en la primera mitad y Josué Sá en la segunda (2-1). Soro puso las tablas al borde del descanso, en la 21ª jornada de LaLiga SmartBank. La segunda victoria de la historia de los oscenses en casa ante los zaragocistas es un impulso justo antes del parón navideño. El derbi es azulgrana.
Los locales salieron con la fuerza del empuje de El Alcoraz en una cita tan especial como la que se vivió. Pronto, con el dominio del juego, llegaron las oportunidades. Sergio Gómez y Shinji Okazaki conectaron en dos ocasiones. La primera, en el minuto 17, fue un gol anulado por fuera de juego mínimo, milimétrico. La segunda, tres minutos después, acabó en el 1-0. Gómez asistió raso desde la banda al nipón, que remató a la red al primer toque adelantándose a la zaga blanquilla. Los visitantes, en las botas de Kagawa, chutaron a la madera en una falta lateral justo antes de la media hora de juego, pero la SD Huesca siguió demostrando su jerarquía.
La polémica salpicó el césped cuando, en un centro de Sergio Gómez en el minuto 38, Soro golpeó con la mano la pelota dentro del área. El VAR revisó la acción, pero el colegiado dejó sin señalar lo que pareció un penalti clarísimo. Ya en el tiempo de descuento del primer periodo, el propio Soro batió en el área a Álvaro Fernández.
En la segunda parte, pasada por agua, el ritmo de juego bajó sin que el duelo perdiera su brillo. En el minuto 68, una jugada maestra a balón parado trajo la locura a la grada altoaragonesa. Gómez botó una falta lateral al segundo palo, donde apareció Mosquera. El gallego cedió atrás con el pie y de cabeza Josué Sá entró con todo para poner el 2-1. En el minuto 77 y el 82, dos acciones de Delmás sobre Gómez (pisotón) y de Guitián sobre Okazaki (agarrón) supusieron sendas tarjetas rojas directas. Con superioridad numérica, los locales no sufrieron y conservaron una ventaja de oro.