Detenido llama a sus hijas desde instalación de ICE en Broadview; les dice está encerrado junto a 150 hombres

Las hermanas Milagros Pelayo y Yessenia García recibieron una llamada el viernes por la mañana mientras protestaban por el trato a los detenidos frente a la instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el suburbio de Broadview.

Era su papá, Rosalío Pelayo Salgado, quien fue arrestado por agentes federales de inmigración la semana pasada y estaba siendo retenido en la instalación.

“Él dijo que nos vio en las noticias”, comentó Pelayo, de 22 años de edad. “Sabe que estamos aquí. Dijo que se siente orgulloso de nosotras”.

Pelayo y García llegaron a la instalación de procesamiento de ICE a las 5 a.m., con la esperanza de tener la oportunidad de ver a su padre.

En lugar de eso, se enteraron de las condiciones que ha vivido desde su arresto y que sería deportado el sábado.

Pelayo dijo que su papá describió que estaba en un cuarto con al menos 150 hombres mientras los oficiales de ICE les gritan constantemente y los insultan. Él también les contó a sus hijas que los detenidos solo reciben comida y agua en base a su buen comportamiento, dijo Pelayo.

“Él se siente molesto y ansioso”, contó Pelayo al Sun-Times. “Le han negado su medicamento para la ansiedad y dijeron que tiraron sus lentes, así que no puede ver”.

ICE no respondió de inmediato a preguntas específicas sobre las condiciones en el centro de procesamiento de Broadview.

Su relato refleja la experiencia de Gladis Yolanda Chávez Pineda, hondureña detenida en junio que describió condiciones “inhumanas” en la instalación, donde era una de las 30 mujeres retenidas en un cuarto sin camas, sin cobijas y con poca comida.

Pelayo Salgado fue detenido el 10 de septiembre en su casa en el suburbio de Elgin. Ha estado recluido en la instalación de Broadview desde entonces, según sus hijas.

Enfrenta cargos de reingreso ilegal en la corte federal del sur de Illinois, según registros. Tiene una condena previa por manejar en estado de ebriedad (DUI) y fue liberado condicionalmente del Centro Correccional de Robinson en julio. Fue deportado en 2004, pero regresó a Estados Unidos en 2020.

Pelayo y García han manejado de Elgin a Broadview todos los días desde el lunes con la esperanza de contactar a su padre. Poco después de que un oficial de ICE les negó la entrada el viernes, comenzaron a llegar manifestantes para protestar por el trato a los inmigrantes en Illinois y Chicago.

Las hermanas decidieron unirse a la multitud.

Los manifestantes se encontraron con una fuerte respuesta cuando los oficiales de ICE lanzaron bolas de gas pimienta y gas lacrimógeno en un intento por dispersar a la multitud.

A pesar de escuchar cómo están tratando a su padre, Pelayo dijo que se alegraba de escuchar su voz.

“Estoy molesta y frustrada, pero en general, me alegra haber sabido de él”, comentó. “Me siento tranquila de que esté bien”.

A pesar de que su padre enfrenta deportación, Pelayo dijo que preferiría saber que está bien.

“Preferiría que hicieran [lo de deportarlo]”, dijo. “Así al menos podemos hablar con él y asegurarnos de que esté bien”.

Traducido con una herramienta de inteligencia artificial (AI) y editado por La Voz Chicago