El plan B de Jorge Lorenzo
Eso pesa en su cabeza, consciente de que no es solo un gran piloto, sino un campeón, como contestó a Claudio Domenicali, uno de sus jefes en Ducati. Y con la escudería italiana tiene todavía el contrato. Al menos hasta final de curso. Por ella sigue empujando, con destellos de que podría llegar a domar la «desmosedici» si hubiera paciencia. En 2017 fue tercero en Jerez y Aragón, y segundo en Sepang, con buenas perspectivas para este año. Aunque las caídas y el desgaste que acumula al final de las carreras han desdibujado el paso adelante logrado: domina las salidas y lidera muchas vueltas al inicio. Un empujón que puede no ser suficiente para el límite de paciencia de la empresa italiana, con Andrea Dovizioso como líder, y Danilo Petrucci ganándose a pulso el ascenso: quinto en Qatar, cuarto en Jerez, segundo en Le Mans.
Lorenzo no descansa. La preparación física es, según argumenta, la mejor de su carrera, y sabe que tiene el potencial para conquistar el desafío: ser campeón con Ducati. «Para mí sería una pena cerrar esta etapa con Ducati, porque soy consciente de que ha invertido mucho en mí, y yo he trabajado mucho para intentar ser más competitivo. Lo he dado todo, me he vaciado para ser lo más rápido posible y en ese sentido le doy la razón a Domenicali, porque no hemos sido capaces de sacar el máximo potencial. Pero sigo pensando que al final llegará y que no estamos tan lejos como parece, y de aquí a final de temporada conseguiremos grandes resultados», repite.
Yamaha, en la recámara
Pero si la confianza en él se pierde, el español tiene un plan B del que, por el momento, nada quiere decir. Solo asegura tajante el detalle de que habrá Lorenzo para rato: «Correré al ciento por ciento dos años más en MotoGP, y será con una moto competitiva».
Las opciones se abren para él en una mano tendida de Lin Jarvis, jefe de Yamaha, que contestó con un abierto «puede ser» a que el balear regresara. En Montmeló se desvelará el misterio de dónde: un equipo satélite de Yamaha, otra moto oficial de la marca japonesa... Lo que es seguro es que Lorenzo mira al futuro con optimismo y que su descanso de MotoGP todavía está lejos. Un campeón siempre lo es y así lo siente él.