Todos quieren ser Bale
Tiene gracia, un Gobierno progresista ampara a un millonario muy millonario. El mundo al revés ya que es Carnaval, y ya advirtió el bueno de Cocteau que «la máscara no engaña, subraya». Si a Bale antes ya se le admiraba por su capacidad de ganar tanto dinero haciendo tan poco, ahora se le venera. Sí, todos quieren ser Gareth Bale. Y él tiene razón, no se quiere mover de Madrid, ni del Madrid, y su agente lo confirma cuando recuerda que Gareth está muy contento. Toma, y cualquiera. Qué guasón el tipo, qué humor tan británico.
Si todos quieren ser Bale hay otros que prefieren recomendar a Zidane que si de rehabilitar jugadores se trata el medio más eficaz y solidario es crear una ONG para tal función y objetivo, pero sugieren que eso de sus malabarismos, a menudo incomprensibles, en las alineaciones crea una cierta inquietud entre la afición. Zidane pareciera que siente tener una profunda deuda con algunos jugadores y está dispuesto a pagarla con las alineaciones.
Ya se vio el fiasco frente al Celta, de manual, y ahora, todos atentos, a esta noche en el Ciudad de Valencia: Bale no estará, porque esta vez ni siquiera ha sido convocado. ¿Pero saldrán once titulares? ¿los hay? ¿volverá Zidane a exhibir a futbolistas por rehabilitar? ¿tendrá la excusa de la visita del City para arriesgar, otra vez, en la Liga? Sterling afirmaba ayer que Zidane «no tiene una flor, sino una fórmula», lo de la flor se entiende, lo de la fórmula, por si acaso, el inglés no lo explicó. Mejor. No liemos. ¿O sí?