Arthur siembra la duda en el barcelonismo
A Arthur le llovieron los halagos de buena parte de la prensa y la afición después de que el jugador ganase la Supercopa de Italia en el partido contra el Nápoles del pasado miércoles. «Está creciendo y es fundamental para comenzar la jugada, nos da seguridad», ya argumentó en diciembre su entrenador, Andrea Pirlo, que ha convertido en las últimas semanas al jugador en el centrocampista alfa de su sistema, acompañado del uruguayo Bentancur y resguardado por Chiesa y McKennie en las bandas. Es cierto que la Juventus no vive su mejor temporada liguera, con una sexta posición que languidece a un equipo frente a su historia reciente, en la que ha conquistado todas las Serie A desde 2011. A la primera temporada de Pirlo la salva, de momento, la victoria (3-0) en el último partido de la fase de grupos de la Champions, donde consiguió el liderato en el Camp Nou, contra el Barcelona, el otro actor de esta historia. En ese partido jugó Pjanic.
El 29 de junio de 2020, a un mes y medio de la defunción ante el Bayern y unas horas antes de que finalizase el ejercicio fiscal, el Barcelona hizo oficial la llegada del centrocampista bosnio. Las cifras oficiales de la operación fijaban la llegada del jugador de los Balcanes a cambio de 60 millones de euros, y la de Arthur a la Juventus por 72. Bartomeu justificó la operación de acuerdo con el jugador, que había reclamado unas exigencias económicas para renovar fuera de lugar dada la situación que la pandemia había construido. Arthur acabó con expediente al no presentarse a los entrenamientos, lo que el expresidente consideró como «un acto de indisciplina inaceptable». Pjanic, por su parte, traía al equipo un perfil de jugador más hecho y bajo la premisa de rodear a Messi de futbolistas para ganar de forma inmediata.
Hoy Pjanic es el sexto jugador de la plantilla azulgrana con menos minutos en Liga. Solo han participado menos que él los canteranos Riqui Puig y Carles Aleñá (traspasado al Getafe recientemente); Samuel Umtiti, renqueante de la rodilla desde hace meses; Junior Firpo, soterrado por el inamovible Alba y Francisco Trincao, una promesa de 21 años que ha ido de más a amenos. El centrocampista no solo no ha podido contar con continuidad, sino que ha sido un incordio más para Koeman, pues el jugador ha acudido a la prensa reclamando constancia en el césped, algo que no ha ocurrido. El centro del campo del Barça lo dirigen a día de hoy de Jong y Busquets, este último con menos defensores desde la temporada pasada y al que en un principio Pjanic parecía que venía a sustituir. Mientras, Arthur, que en su etapa como azulgrana hizo fantasear más que eclosionar, empieza a despuntar en Italia.