Barreiro y Brizuela tumban a Polonia

Ganó España en Polonia por 88 a 89, bien liderada esta nueva camada de la Selección por Jonathan Barreiro (24 puntos), gigante el gallego contra los eslavos. Los fogonazos de Brizuela contrarrestaron el gran partido del base local Slaughter, más hecho y habilidoso en la anotación que los jugadores españoles. Un final apretado, de los que curten, pero para eso están ahí, para aprender y sufrir, porque algún día lo harán para su país en una gran cita del baloncesto.


Comenzó rápido el encuentro con una equilibrada proporción de tiros exteriores y penetraciones. No así de acierto. Nada se jugaban los dos equipos, tranquilos porque su clasificación para el Eurobasket del año que viene estaba asegurada. Se celebraban los 150 partidos de Scariolo en el banquillo de la Selección, arriba en en olimpo nacional el italiano. También las grandes canastas de Brizuela (21 puntos), con una autosuficiencia para anotar que bien podría ser convocada para las grandes citas. El gigantón Fran Guerra daba unos firmes primeros pasos en la selección pero, pese a todo, los locales salieron victoriosos del primer cuarto (27-26).


Slaughter, base polaco, mantenía la igualdad con un amplio repertorio. Los españoles, mientras, hacían lo propio con el talento innato que tienen todas las generaciones nacionales desde hace tiempo. Desafío mayúsculo el que se les presenta a los jugadores que ayer desfilaron por el parquet. El Eurobasket de 2022 bien podría ser la última cita del grupo de oro del basquet español. Y en 2023, se disputará el Mundial, competición de la que España aún posee la corona. Barreiro, con esta idea en la cabeza, desatascó el segundo cuarto. Un triple desde su Galicia natal y sobre la bocina dejó un punto por encima a los suyos al descanso.


Scariolo rotaba constantemente, porque había mucho que ver se entiende. Apretaban los polacos en defensa, con robos y pegamento, mientras corrían con los beneficios hacia el aro español. Fue Barreiro de nuevo (exhibición la suya) quien recompuso a la Selección, desde atrás hacia delante, como debe hacerse. Bassas puso la puntilla desde la lejanía. Ya había remontada.


No se rendía Polonia, que en una especie de carga de Varsovia apretó el encuentro en los minutos finales. Slaughter rozaba la treintena y Scariolo intervenía con un balsámico tiempo muerto. Hubo empate a falta de 30 segundos. Brizuela, como los mejores, amarró balón, botó hasta la saciedad y anotó un triple al alcance de muy pocos. Pero respondió Balcerowski, con un tiro desde la esquina, de gran factura. En la última jugada, a España le cayó una falta del cielo entre un centenar de palmeos. Guerra no falló desde la línea. Trabajada victoria, de las que curten.