El sueño de un Sevilla de récord

Con un Sevilla de récord y con cinco jornadas para soñar, los jugadores nervionenses descansaron ayer -hoy también lo volverán a hacer- con la satisfacción que da percibir la ilusión de la afición y los elogios continuados de numerosos medios de comunicación de distintos puntos del mundo. No es para menos y son muchos los tabloides que hablan de «sorpresa» o «trabajo espectacular» de un Sevilla que se ha colado en una fiesta en la que no estaba invitado. El equipo de Lopetegui ha pasado de ser un equipo respetado a coleccionar récords. Ya suma los mismos puntos que en toda la temporada pasada, 70, y jamás en su historia, a estas alturas, cosechaba tan buenos resultados. Además, es el Sevilla menos goleado, con sólo 26 tantos en 33 encuentros, y tampoco había ganado nunca 22 encuentros en una misma temporada en la competición de la regularidad.


El Sevilla, un ejemplo para quien quiere encontrar razones y fórmulas para luchar con los más poderosos, puede presumir ya, a falta de cinco partidos, quince puntos, de ser equipo de Champions, con todo lo que ello supone de cara a un mayor crecimiento apoyado por los importantes premios de la UEFA por jugar la máxima competición continental. Jamás había conseguido el Sevilla la clasificación con tanta premura. La situación es muy distinta a la de la campaña 2014-15, hasta la fecha, la temporada en la que el equipo sevillista consiguió más puntos, con un total de 76. Entonces, sólo le valió para ser quinto, por detrás de Barcelona, Real Madrid, Atlético y Valencia. El equipo de Lopetegui tiene ahora a tiro superar esa marca y volver a firmar un nuevo registro. Para ello, necesita ganar, al menos, 7 de los 15 puntos que quedan por disputarse.


Las miras, sin embargo, van por otro lado, y apuntan a la consigna de tratar de dar el máximo para soñar con la posibilidad de ganar la Liga. La igualdad arriba es total, si bien el Barcelona, al que le queda un partido más, tendrá este jueves, ante el Granada en el Camp Nou, la oportunidad de ponerse primero con cuatro puntos de margen sobre el Sevilla.


Los jugadores del equipo nervionense, sin embargo, no disimulan a la hora de explicar que todo lo que venga será bueno para ellos y que, por lo tanto, la presión debe ser para los otros tres. Ahora, y tras la charla después del partido ante el Granada, en la que los sevillistas abogaron por continuar en la misma línea de intensidad y disfrute, las piernas parecen más relajadas y los corazones con más empuje. Es lo que tiene jugar con los deberes hechos.