Ramos y Florentino, cronología de un desencuentro
En 2015, Ramos, con dos años de contrato por aquel entonces, presentó a la plana mayor de la organización una oferta que había recibido del Manchester United y pidió al Real Madrid que lo traspasase al conjunto anglosajón. Tras semanas de tensiones y con el equipo del noroeste de Inglaterra ilusionado por la posibilidad, de incorporar a uno de los mejores jugadores del mundo, finalmente, y como ha sido habitual, Ramos permaneció en el equipo. Ese mismo año estampó su firma, renovó hasta 2020 y aumentó su ficha desde los 6 millones de euros hasta los 10. «Nos sentimos traicionados», resonó desde el otro lado del Canal de la Mancha.
Cuatro años después, y validando la teoría de que la historia es cíclica, Ramos volvió a augurar que su futuro podría estar lejos del Real Madrid. «Sergio vino a verme a mi oficina y me dijo que tenía una oferta muy importante de China, pero que no podían pagar tránsfer. Yo le dije que esto no podía ser», declaró abiertamente Florentino Pérez. El central, que llegó a declarar que jugaría gratis en el Madrid, prolongó la vinculación con el club de su vida un año más, hasta 2021, un acto que lleva a un adiós poco sorprendente.
Se intentó replicar guerra de bloques en los últimos meses, un tira y afloja que se mostraba como un espejismo, pero lo cierto es que Ramos no pudo disputar la última temporada con normalidad, acorralado por el coronavirus y las lesiones recurrentes el defensa, condicionantes que le impidieron reforzar su postura en una mesa de negociación. Se va un jugador generacional del Real Madrid a raíz de un desencuentro por una renovación, aunque no hay una forma agradable de despedirse de aquellos que se han ganado el estatus de leyenda.