Carlos Espí, de rozar el podio en el Europeo de Optimist a luchar por el Mundial de Kite Foil sub-15
Carlos acaba de volver de El Puerto de Santa María donde quedó cuarto en el Campeonato de Europa de Optimist. Un gran resultado teniendo en cuenta que se medía a los mejores regatistas del continente y que aún le queda un año más en la categoría. Carlos se quedó a sólo dos puestos de ganar la medalla de bronce que fue para el griego Kyfidis. El campeón fue el balear Xavier García Ollé.
Y casi sin deshacer la maleta ha viajado a Gizzeria donde va a participar en el Campeonato del Mundo de Kite Foil para menores de 15 años. Carlos alterna cuando está en Valencia los entrenamientos de Optimist y Kite. Cuando su exigente calendario de preparación en la clase de monocasco se lo permite, se escapa con su padre a hacer kite a cualquier playa valenciana. El año pasado participó en la F-One FKSS Amateur, categoría de iniciación al kite, quedando en tercera posición final de la temporada, casualmente en segunda posición quedó su padre Kiko Espí. Estos resultados le han valido para estar entre los 60 regatistas seleccionados para estar en el Mundial.
Carlos es el único representante español en la clase A’s Youth Foil Class y lo hace en sub-15, pero compite junto a los sub-17. El otro único español presente en el campeonato es el dianense Kiko Peiró que estará compitiendo en el Mundial de Fórmula Kite para menores de 19 años, que es el otro título mundial en liza en Italia la próxima semana.
El Mundial de Gizzeria, organizado por la IKA, es toda una incógnita para Carlos. Es su primer campeonato internacional en la clase que será olímpica en París 2024 por lo que viaja con incógnitas y, además, debe competir con un material de serie con el que no ha tenido casi contacto. “La verdad es que vamos un poco a ciegas”, dice su padre, el traumatólogo Kiko Espí. “En el Mundial no sabemos el nivel que nos vamos a encontrar, pero lo que tengo claro es que Carlos va a ser uno de los mejores en táctica de regata. Yo creo que tácticamente va a estar muy arriba, pero el problema va a ser con las maniobras que no ha podido entrenarlas. Estamos seguros de que no le va a ganar nadie ni en salidas ni en posicionamiento en el campo de regatas”, explica el padre.
Carlos sigue sacando el máximo rendimiento a su sueño y su esfuerzo. “Para mí ir al Mundial de Gizzeria es otro sueño, me hace mucha ilusión esta competición. Me gustaría hacer un resultado parecido al del Puerto de Santa María, pero aquí, la verdad, es que es muy complicado saber a qué y a quienes nos vamos a enfrentar. Las dos clases me gustan mucho y disfruto por igual, aunque en Kite hay más adrenalina y eso me gusta, pero también me gusta mucho el Optimist porque tengo tiempo para pensar y hacer una buena táctica”, dice el chaval.