España cae ante Serbia y luchará por el bronce
El plan serbio se desveló desde el primer momento. Su defensa agresiva mantuvo durante muchos minutos a raya a los lanzadores españoles, que no encontraron grietas en el entramado hasta el segundo cuarto. Pareció entonces que España había encontrado la llave maestra para abrir la muralla balcánica: un parcial favorable de 4-0 la puso por encima en el marcador, aunque Serbia reaccionó e incluso aprovechó los últimos segundos antes del descanso para ofrecer una brillante jugada coral, auténtico tiki-taka acuático, que acabó en gol y que le permitió dejar la ventaja en 4-5.
Tras el descanso, Serbia volvió a ajustar sus engranajes defensivos y de nuevo trató de asfixiar la ambición ofensiva española. Lo consiguió durante buena parte del tercer cuarto, pero en esta ocasión un brillante lanzamiento de Álvaro Granados logró romper su entramado a falta de dos minutos para el final.
Fue como si ese gol desactivase el 'catenaccio' balcánico. Serbia concedió otros dos nuevos tantos para España y las paradas muy meritorias de López Pinedo allanaron el camino hacia un 4-7 muy prometedor. No obstante, Serbia logró recortar distancias con un tanto de Rasovic a falta de un puñado de segundos.
El último cuarto fue todavía más pegajoso e incómodo, con muchas faltas y una constante presión serbia. España, no obstante, parecía tener controlado el partido hasta el minuto final. Un palo de Granados antecedió al gol definitivo de los serbios, que se toman así, cuando más duele, la revancha. La selección disputará ahora la medalla de bronce contra Hungría, que cayó derrotada (9-6) contra Grecia.