Un clásico para empezar el año
Cara opuesta la del Barcelona a la que mostró un Real Madrid con ausencias notables, como las de Thompkins, Randolph o el desaparecido Carroll. El Tenerife llevó la iniciativa desde el principio y mostró las costuras del equipo de Laso, incapaz de anotar un triple en toda la primera parte (0 de 15 intentos). Dominaron los locales durante tres cuartos, aunque los blancos no se descolgaban en el electrónico, aspirando a darle la vuelta al partido. Para colmo de males, la noche se torció en el tercer cuarto con la lesión de Rudy Fernández, que se lastimó la rodilla izquierda en una jugada. El escolta se retiró sin poder apoyar el pie. Caras largas y miradas de preocupación en las puertas del vestuario del Real Madrid, con un lance que se atisba grave.
El Tenerife tenía contra las cuerdas al Real Madrid, pero el peso del escudo y la casta de la camiseta es inherente a los valores que transmite el club blanco, que logró darle la vuelta al marcador en el último cuarto. Los isleños ya no dieron para más y no pudieron evitar el triunfo de los de Laso (70-72), que hoy disputarán la final ante el Barcelona (18.30 horas / #Vamos) en un clásico, el primero de la temporada, que pase lo que pase no solventará las dudas que envuelven al Real Madrid esta temporada.