La pausa de hidratación que volvió loco al Madrid: «Perdimos por mala suerte, no por poner a Camavinga de lateral»
El empate del Madrid coincidió con un cuádruple cambio que ya tenía preparado Ancelotti antes del 1-1, pero no fue ese su único movimiento en ese minuto 63, clave para el desenlace final. Carletto aprovechó el tiempo que estuvo Visser mirando el monitor del VAR para sacarse de la manga una pausa de hidratación. Todos sus jugadores acudieron prestos al banquillo para beber agua, y como el ya que el Manzanares pasa por Madrid, aprovechó la coyuntura para aleccionar a los suyos, obtusos anoche ante la portería rival. Primero, órdenes para Kroos, Modric, Jovic y Rodrygo, los recambios de Carletto, y luego indicaciones a Benzema y Vini, además de para Valverde y Camavinga, recolocados como laterales improvisados. Ahí se cocinó la derrota, aunque Ancelotti no lo viera así: «Estoy un poco triste. No lo hemos merecido. No perdimos porque pusimos a Camavinga de lateral izquierdo, perdimos por mala suerte. Los pequeños detalles nos han costado el partido, una contra y un centro en el que no estábamos preparados, y un saque de banda en el que el equipo se pudo poner mejor. Hemos tenido presión, hemos chutado a portería... A veces hay mala suerte en los partidos».
Ancelotti, amonestado
Fue de nuevo en los flancos donde Carletto, que vio cartulina por inventarse un ‘cooling break’ no autorizado, generó más confusión en su equipo, y por ahí se cocinó el 0-1 del Sheriff. Mal Nacho, que dejó una autopista por la derecha, y peor Miguel Gutiérrez, que replegó a destiempo y no pudo ni siquiera encimar el remate de Yakhshiboev. El 1-2 que no valió, por fuera de juego, también pilló a Valverde en cueros. Ancelotti está volviendo loco al uruguayo con tanto cambio. Su titularidad como falso extremo diestro tampoco explotó las mejores virtudes del uruguayo, y el equipo lo está pagando: «La derrota es culpa de todos. Tenemos que estar más atentos. Nos pasa siempre, esperamos que nos metan un gol para reaccionar, y eso hay que mejorarlo», reflexionó el uruguayo.
La sorprendente derrota, en un partido en el que el Real Madrid tiró 31 disparos, once de ellos a puerta, y el Sheriff solo tres, ni fue la única mala noticia para Hazard. El belga estuvo participativo, tuvo un par de claras ocasiones y no regateó ningún esfuerzo, pero sigue sin ser decisivo y el Bernabéu ya le ha tomado la matrícula. Murmullo en cada balón que recibía y algunos pitidos cuando cometía errores en pases fáciles. Por suerte, sigue teniendo a Carletto de su lado: «Solo le ha faltado el gol porque ha jugado bien, pero el portero del Sheriff ha estado muy bien».