El Villarreal despierta de su letargo y se acerca a octavos
aún entrenador del club pese al interés de Newcastle
, se adelantó en el minuto 36 gracias a un gol de Capoue tras una asistencia de lujo de Mario Gaspar. Tras el gol, el equipo amarillo se refugió en su área y decidió jugar al contragolpe, aunque no generó demasiadas ocasiones de gol y acabó pidiendo la hora hasta que Danjuma, cuando el partido ya moría, firmó el segundo en el mano a mano ante Faivre.
El Villarreal es un equipo herido, un conjunto con motivos para el duelo tras cuatro partidos sin ganar en Liga, con Gerard Moreno lesionado, la defensa haciendo aguas continuamente y los rumores hirientes que llegan desde Inglaterra, que señalan que su comandante, Emery, quiere abandonar el barco para poner rumbo a Newcastle esta misma semana. Su proyecto de consolidación en la élite se tambalea, pero, sin embargo, la Champions League les mantiene vivos: como hace dos semanas, la victoria ante el Young Boys, volvió a ser balsámica y curativa.
Con las dudas de un equipo en plena crisis, el conjunto aún entrenado por Emery salió al campo dispuesto a conservar el balón de forma estéril y plomiza porque, simplemente, el miedo les impedía arriesgar. Generalizar no es del todo adecuado, porque entre los amarillos hubo un hombre que sí se la jugo, falló, se equivocó y lo volvió a intentar. Él fue Arnaut Danjuma, el mejor hombre del partido y, por qué no, de la irregular campaña de los castellonenses. El neerlandés, volvió loco a su par (Hefti) y se asoció bien con Parejo y Coquelin (al que le regaló una ocasión de gol en el minuto 6). Arnaut se siente el mejor, piensa que está un escalón por encima del resto y este exceso de confianza le hace arriesgar en demasía y perder más balones de los que debería. Pero es un jugador diferente, un tipo que encara y regatea en una era en la que la magia escasea.
Así, con Danjuma mostrando valentía y Parejo comenzando a dominar el medio del campo, el Villarreal mostraba un punto de peligro más que el tímido Young Boys, mucho menos fiero fuera de Berna. El tiempo corría y, sin Gerard Moreno vestido de corto, el gol brillaba por su ausencia en La Cerámica. En cambio, un balón parado lanzado magistralmente por Parejo dejó solo al capitán Gaspar, que, con la testa, cedió la bola a Capoue para que el francés pusiera el 1-0 en el marcador en el minuto 36. El Villarreal veía la luz.
Con el gol despertó el conjunto Suizo y las botas de Fassnacht tuvieron el empate en varias ocasiones, pero la fortuna y el acierto de Gerónimo Rulli evitaron que el encuentro llegara empatado al descanso. Asimismo, por desgracia para el equipo español, el inicio de la segunda parte confirmó que el Young Boys tenía honor y corazón. En tal contexto, de nuevo Fassnacht, el hombre más destacado de su equipo, rozó el gol en el minuto 48 tras un gran centro de Elia, pero el meta argentino repelió la bola a córner. El Villarreal sufría como un equipo desconfiado y en el minuto 54, Fassnacht, al fin, batió a Rulli. Sin embargo, el VAR apareció al rescate y anuló el gol por fuera de juego.
Los locales, encerrados en su propio campo, aguantaban la agonía como bien podían: asediados pero vivos y con el marcador a su favor. Y en tal caldo de cultivo llegó el segundo: Danjuma cerró un partidazo batiendo por bajo a Faivre en una galopada al contragolpe en el minuto 88. 2-0, victoria y coliderato de grupo (junto al Manchester United) en una de las semanas más complicadas en el seno del equipo amarillo.