España se estrena sin apuros en su camino hacia el Mundial
Empezó frío el partido en Skopje, capital de Macedonia, con las muñecas poco engrasadas y las piernas algo pesadas en ambos equipos. Las ventanas FIBA son todo un desafío para entrenadores y jugadores. Es un maratón, no un esprint. Los locales, en el inicio del duelo, honraban la tradición del Este de Europa, con mucho tiro exterior, y España buscaba la supremacía interior de Fran Guerra y la inteligencia de Quino Colom, veterano campeón en el que España busca liderazgo para estos complicados compromisos. Sima, debutante y de envidiable físico, martilleaba la zona con frecuencia mientras los de Scariolo sacaban cierta ventaja pese a la resistencia local. Pese a la evidente falta de ritmo y con la defensa in crescendo, España salió airosa del primer cuarto (14-21).
La nueva generación española, esa que asoma tras las marchas de los grandes mitos, anda a la espera de que el talento florezca de forma definitiva. Haberlo lo hay, como el de López-Arostegui, Darío Brizuela o Jonathan Barreiro entre otros, y mientras esas virtudes se consolidan, la selección muestra trabajo para salir airoso de duelos como el de Skopje. Laboriosa empresa que, poco a poco, hacía a los de Scariolo ganar ventaja mientras Macedonia se estrellaba una y otra vez contra la defensa visitante, con tiros cada vez más forzados y con menos ideas. El técnico italiano también tiraba de probaturas en el quinteto, en busca de esa fórmula ganadora que con seguridad hará falta el domingo contra la dura Georgia, gran rival en esta ventana de clasificación para el Mundial de 2023. Hubo canasta sobre la bocina de Pradilla tras una buena transición, acción que cerró el primer tiempo (30-41), con una España seria, tan joven como veterana y con ganas de demostrar su valía.
Se descorchó la eficacia en la segunda parte. Triples abiertos, puertas atrás, mates... La selección mostraba músculo y Macedonia se desinflaba. López-Arostegui y su muñeca brillaban (15 puntos) mientras Sima seguía sembrando temor en la zona (17). La segunda parte fue un paseo, no sin mérito pues España mereció cada punto anotado, pero un paseo al fin y al cabo del que sacar pocas conclusiones. En el tercer cuarto se llegó a ganar de 31 puntos, un oasis en el que disfrutar, ganarse el puesto y ahorrar energías para el domingo, una prueba en la que realmente se medirá el poso de esta manada, que tiene la difícil y excitante misión de llevar a España hasta el Mundial.