Casper Ruud se jugaba lo mismo que Carlos Alcaraz en esta final del US Open : conseguir su primer título de 'Grand Slam' y, también, convertirse en número uno del mundo. El tenista noruego llegaba con más experiencia que el murciano en este tipo de escenario. Este año se metió en la final de Roland Garros, donde se encontró con otro español, Rafael Nadal . El rey absoluto de la tierra le barrió en tres sets. «En Roland Garros, era difícil para mí creer que podría ganar a Rafa», dijo Ruud en rueda de prensa tras la final neoyorquina. «Hoy no era más fácil, pero creía más en mí». Enfrente, sin embargo, se encontró con un Alcaraz que ha salido de las situaciones más complicadas durante todo el torneo. Ruud, muy sólido en el peloteo, sin descomponerse nunca, le planteó dificultades. Y estuvo cerca de ganar el tercer set y colocarse uno por delante de Alcaraz y muy cerca de la victoria. «Carlos dio un paso adelante cuando lo necesitaba», reconoció sobre su rival, con el que no ahorró elogios. «Es uno de esos talentos raros que aparecen de vez en cuando en el mundo del deporte. Veremos cómo se desarrolla su carrera , pero va en la buena dirección». En su opinión, Alcaraz es «el mejor jugador de tenis del mundo en estos momentos. Merece esa posición», dijo sobre su recién inaugurado número uno en el ranking de la ATP . En semifinales, Frances Tiafoe, el rival de Alcaraz, dijo que nunca había jugado contra un tenista que se moviera en pista como el murciano. «Es como cuando te preguntan cuál es el arma más peligrosa de un jugador», reflexionó Ruud. «Tiendes a decir que su derecha, su revés, su saque o lo que sea. Pero en su caso sus movimientos es una de sus muchas armas, sin duda. Nos hace sentir a los otros jugadores que tienes que pintar las líneas para conseguir un golpe ganador. Y a veces ni siquiera eso es suficiente». Noticias Relacionadas estandar No TENIS / US OPEN Alcaraz: «Tengo hambre de más» Javier Ansorena estandar No Tenis / US Open De Moyà a Alcaraz, españoles en el número 1 L. M. Ruud, que llegó a Nueva York como número siete del mundo, se va en la segunda posición y con una experiencia adicional en finales de Grand Slam con la que espera que su confianza crezca. Pero, tras las experiencias con Nadal y Alcaraz, solo quiere una cosa: «Espero que si llego a otra final de un 'grande' no me toque contra un jugador español», dijo sonriendo. «Saben lo que hacen cuando llegan a esas finales. Esperemos que el rival sea cualquier cosa menos español».