Es conocida la reacción de aquel entrenador escocés cuando uno de sus jugadores recibió un fuerte golpe en la cabeza. El futbolista, traumatizado, fue asistido por el doctor del equipo, que le preguntaba por su identidad. «No sabe quién es», dijo el médico. A lo que el entrenador contestó: «Dile que es Pelé y que entre al campo». Pelé es la antonomasia del fútbol. De él nos ha llegado la leyenda: que por él se inventaron las tarjetas amarillas, que paró una guerra en África, que expulsó a un árbitro, que jugaba hasta de portero… De Diego Maradona, el único con quien se le puede comparar (Di Stéfano aparte), tenemos imágenes recientes, el recuerdo generacional de sus partidos; vimos su gol contra Argentina, 'la jugada de todos los tiempos', mientras que de Pelé hemos visto los goles geniales que no fueron: cuando se cruzó al portero de Uruguay, cuando lo intentó desde el mediocampo o cuando, de cabeza, forzó 'la parada del siglo' de Banks. Es como si en Pelé estuviera lo naciente, los primeros intentos del fútbol y en Maradona su realización conseguida. Portaron el diez desde el Mundial del 58 hasta Italia 90. Entre medias, la Holanda de Cruyff contra Alemania, el cambio del fútbol. En el debate entre Pelé o Maradona argumentan dos épocas; Pelé tiene a su favor el palmarés: tres mundiales frente a uno, 1.284 goles frente a 346; Maradona, en cambio, haber jugado en Europa y estar prácticamente solo en su Mundial, mientras que Pelé, líder del 'jogo bonito' tuvo a su lado a Didí, Vavá, Garrincha, Rivelino o Tostao. Diego era la zurda y la mano de Dios, Pelé todas las suertes y además la cabeza. Noticias Relacionadas estandar Si Las grandes luchas de Pelé fuera de los estadios: niños, pobreza, racismo y ecología Verónica Goyzueta estandar No Palmarés de Pelé Adiós a la leyenda absoluta de la Copa del Mundo I. M. Pelé acabó su carrera en el Cosmos de Nueva York, en el corazón de Estados Unidos, y siempre tuvo buenas relaciones con la FIFA. Maradona fue amigo de Fidel Castro y Hugo Chávez y estuvo siempre enemistado con las instituciones. El debate enseña lo distinto que puede ser el soplo divino de la genialidad, tal como la definió el poeta Vinicius de Moraes: «Usted, Pelé, es un genio porque su fútbol es un reflejo inmediato de su cabeza a sus pies. Yo no soy un genio, yo tengo que pensar mucho para que mis manos transmitan lo que piensa mi cabeza». La genialidad de Maradona se beneficia de la pasión argentina. De Maradona nos ha llegado un culto popular: Maradona como genio que parece nacer del pueblo y para el pueblo, frente a Pelé, 'O Rei', que siendo ejemplo del estilo brasileño parece estar muy por encima de todo. En Maradona hay un ascenso y una caída, una identificación, el ganador y el perdedor; en Pelé una superioridad indiscutible, constante y pasmosa desde que con 17 años, antes del Mundial del 58, ya la advirtiera Nelson Rodrigues: «Hasta la pelota está intimidada». Sin embargo, las cosas más bonitas sobre Pelé quizás las dijera un argentino. Dante Panzeri, enamorado de modo fulminante, lo llamó «el sin metáfora fenómeno Pelé», «el eje y satélite»; y escribió: «Por primera vez estamos en la duda, qué maneja mejor: la pelota o el cuerpo»; sintió la imposibilidad de definirlo: «Más fácil que decir qué es Pelé resulta determinar qué le falta a Pelé. Ser blanco, puesto que es negro. De haber sido blanco solamente, le habría faltado ser negro». Otro argentino, Menotti, fue concluyente: «Pelé fue el mejor, una mezcla de Di Stéfano, Maradona, Cruyff y Messi». Como si en él estuvieran ya todos los que vendrían después. Vayamos a ellos, vayamos al más alto tribunal, del que excluimos al propio Diego, implicado y en altibajos de amor y odio con 'O Rei', como cuando se hizo eco de la leyenda del utillero: «Pelé debutó con un pibe». Para Di Stéfano, «el mejor fue Pelé»; para Cruyff: «Pelé fue el único que superó todos los límites de la lógica»; Beckenbauer: «El más completo que yo he visto», y el último, disculpado Messi por lealtad patriótica, Cristiano: «Pelé ha sido el mejor de la historia». Otro de los grandes, Bobby Charlton, lo resumió con la autoridad que el fútbol concede al inglés: «A veces siento que este deporte se inventó para que lo jugara Pelé».