El Real Madrid volvió a casa desde Arabia Saudí sin su primer trofeo de 2023 y, lo que es peor, con muchas dudas en torno a su juego y su futuro más cercano. En solo unos días visitará al Villarreal con la eliminatoria de Copa del Rey en juego y en el horizonte, en apenas dos semanas, espera el Mundial de Clubes. Dos fechas señaladas en el calendario a las que los de Ancelotti llegarán en el peor momento de la temporada. Durante la final de la Supercopa , ante el Barcelona, los blancos evidenciaron una falta de forma física preocupante. Es habitual que Pintus , el preparados físico del equipo, haga la planificación pensando en el final de temporada, pero el bajo estado de muchos de los jugadores está provocando un socavón inesperado en el camino de los madridistas. Noticias Relacionadas estandar No Real Madrid 1 - Barcelona 3 Xavi revienta el libreto de Ancelotti Hughes estandar Si Fútbol Xavi refuerza su proyecto, de nuevo, a costa del Madrid Sergi Font El entramado defensivo de los blancos se quedó cojo en Arabia por la baja de Alaba y Tchouameni , ambos lesionados. Su ausencia provocó que Rudiger tuviera que asumir los galones junto a Milito y el alemán estuvo más fallón que nunca. Su figura se dibujó cerca de los dos primeros goles del Barcelona. En el primero, compromete demasiado a Camavinga, que pierde la pelota y propicia el gol de Gavi; en el segundo, llega tarde a la cobertura para taponar el centro que remata plácidamente Lewandowski. Además, nunca dio sensación de seguridad, lo que contagió al resto de sus compañeros. Esas dudas se notaron también en Carvajal y Mendy. El español sufrió mucho con Gavi durante toda la final. Llegó tarde casi siempre -en el primer gol y también en la presión que dio origen al segundo- y nunca fue una amenaza ofensiva. En el caso del galo, que ya la pifió en el duelo liguero ante el Villarreal, su imprecisión en el pase complicó mucho la salida del balón para los blancos. Sin un recambio claro para Tchouameni dentro del vestuario, fue Kross el que asumió esa labor. El alemán estuvo sobrio, como siempre, pero se perdió su actividad creadora y eso lastró el juego del equipo. Además, Kroos no tiene el despliegue físico que se requiere para esa posición. Junto a él, también llamó la atención la intermitencia de Modric , que está muy lejos de su mejor versión desde que acabó el Mundial. El croata jugó muy bien en Qatar 2022, pero ese esfuerzo le está pasando factura en el inicio de año. Ancelotti le ha dosificado en los primeros partidos desde que se reanudó la temporada, pero sin su magia el Real Madrid sufre mucho en la creación. Sin él, la ofensiva blanca recae casi en exclusiva sobre Benzema y Vinicius . Sí está bien el francés, al que se le nota el descanso mundialista, pero no así el brasileño, cuyo desborde echa en falta el madridismo. Vini, un jugador que vive de la chispa y el físico, no tiene ni lo uno ni lo otro, aunque en el club esperan recuperarlo en las próximas dos semanas. Calendario muy complicado Tampoco encontró Ancelotti en el banquillo el impulso necesario para cambiar el sino del partido y la cara del equipo, como sí ocurrió en otras ocasiones. Como a Vinicius, el Mundial le ha sentado mal a Rodrygo y tampoco Ceballos fue una alternativa de calidad para el centro del campo. Los blancos tienen trabajo por delante hasta el inicio del Mundial de Clubes, previsto para principios de febrero. Hasta ese momento, además del mencionado duelo del jueves ante el Villarreal (en octavos de la Copa del Rey), los blancos tienen otras cuatro pruebas muy complicadas en la Liga. Visitarán San Mamés el domingo, recibirán a la Real (el mejor equipo de 2023) el siguiente fin de semana y al Valencia tres días después, antes de cerrar su periplo previo al Mundial en Mallorca (4-5 de febrero).