Los defensores del cholismo afilan el colmillo y claman contra viento y marea que Diego Simeone , en todas y cada una de las temporadas que ha comenzado en el banquillo, ha cumplido con el objetivo mínimo que le marca el club en el inicio de cada curso: garantizar la presencia del Atlético de Madrid entre los cuatro primeros clasificados al cierre de la Liga. Una meta nada ambiciosa, conformista y peligrosamente resultadista para el sector crítico de la grada, pero indispensable para que la zona noble del Metropolitano, y antes del Vicente Calderón, cuadre las cuentas de cada ejercicio. En el fútbol del siglo XXI economía y deporte caminan de la mano, y el crecimiento colchonero como institución pasa de manera inexorable por meter la cabeza en la Champions cada año. Hacer caja con los suculentos ingresos, directos e indirectos, que reporta Europa es clave. Los rojiblancos cayeron el domingo hasta la quinta plaza tras la visita del Barcelona (0-3) , una derrota que, sin llegar a encender alarmas, como reconocía Koke al acabar el duelo, sí ha generado inquietud. No es la primera vez que el conjunto del argentino se ve obligado a tener que jugarse un puesto en la Champions en las últimas diez jornadas de una liga (quedan once), pero la dinámica, especialmente lejos de casa, enfría el optimismo de la hinchada a pesar de que el Athletic, que aún debe visitar Madrid, se atisba a un solo punto . Simeone ha guiado al Atlético hasta la Champions en las once campañas que ha comenzado en el banquillo e incluso en la de su estreno, en la jornada 18 de la Liga 2011-12 tras el despido de Gregorio Manzano , impulsó a los colchoneros a la Europa League pese a tomar el timón cuando la nave ocupaba el puesto once de la clasificación. «Competir en tres torneos no es fácil. Hay que mejorar porque los demás también mejoran. Estamos en ese proceso, lo vamos a hacer y esperamos que se pueda ver», intentó tranquilizar el Cholo tras la derrota ante el Barça. Con Simeone, el Atlético de Madrid, aunque pocas, ya ha vivido situaciones como la actual, como en la temporada 2019-20, cuando el equipo era sexto en la jornada 28, o en el curso 2021-22, un año después de ganar la Liga, cuando aparecía quinto, como actualmente, al cierre de la jornada 26. «A seguir empujando por ese cuarto puesto, será complicado, será difícil», reconocía el técnico argentino, renovado este año hasta 2027, aunque en su contrato existe una cláusula liberatoria por ambas partes en caso de no conseguir meter al Atlético en la Champions.
