PESTAÑA berlin-madrid-j30-euroliga-23/24 Crónica 4 Fue una noche espesa, complicada de descifrar, pero el Real Madrid venció en Berlín al Alba, se aseguró el factor cancha en los playoffs y dejó casi sellado acabar la temporada regular de la Euroliga como primer clasificado (si el Barça pierde este miércoles ante el Fenerbahçe, está hecho). Demasiadas buenas noticias que nada tuvieron que ver con el transcurso del partido, donde los locales fueron muy superiores en la primera parte, liderados por el juego interior de Thiemann y por el acierto desde la línea de tres. Y cuando más oscura era la noche, apareció el Hezonja más resplandeciente. Con una serie de tiro impresionante, muy bella en el apartado técnico, el croata levantó a los suyos, que mejoraron mucho su intensidad defensiva y, gracias al acierto de Yabusele y Poirier en el último cuarto, cerraron una victoria muy trabajada. Fue muy agresivo el inicio berlinés, con Thiemann imponiéndose a Ndiaye y Hezonja en el poste, brillante el actual campeón del mundo con Alemania, danzarín a más no poder. También fueron disciplinados en defensa los locales. Cercaban la zona y dirigían el balón hacía la línea de tres, desde donde el Madrid naufragaba. La fórmula fue muy beneficiosa para el Alba y a Chus Mateo no le quedó más remedio que comenzar a agitar el banquillo para ver si este arrojaba alguna respuesta. Incluso a Tavares le costaba seguir el ritmo rival, nada pudo hacer el pívot ante una penetración de Sterlig Brown, que acabó en un dos más uno a favor del estadounidense. Colista de la Euroliga, el Alba rozó la perfección en el primer cuarto, anotó lo que no está escrito desde el triple y cortocircuitó al equipo más temible del continente. Celebraba la grada y el Madrid tenía que mucho mejorar. Noticia Relacionada Rugby estandar No Bundee Aki, el cajero de banco samoano que abrazó el carácter irlandés Miguel Ángel Barbero Con 33 años, el centro de Connacht se ha erigido en el eslabón principal del ganador del Seis Naciones Fue Poirier una vez más el líder a seguir, insuperable el francés tanto en defensa como en ataque, muy bien suministrado por Alocén y Abalde . Y, en un santiamén, a velocidad récord, los blancos se pusieron por delante en el marcador. Sí le habían cogido el pulso a un partido extraño pero, ni mucho menos, su actuación era suficiente para estar tranquilos. De hecho, un insólito mate de Koumadje , de lo mejor de la temporada, hizo que el Alba llegase al descanso con una ventaja de cuatro. No aflojaba ni lo más mínimo el Berlín y tras tres triples consecutivos, dos de Matt Thomas y uno de Louis Olinde , la situación se convirtió en preocupante. Solo Hezonja mantenía el tipo en la tormenta, de matrícula de honor el croata en lo individual. El problema es que una llama balcánica es suficiente para prender a todo un ejército y sus compañeros no dudaron en seguirle. El acierto en el tiro exterior de Campazzo y Causeur y una notable mejoría en defensa devolvieron al Madrid a la lucha por el partido. Fue muy apretado el último cuarto, con Yabusele erigido como líder blanco y con Brown utilizando todo su repertorio para que mantener las esperanzas de victoria del Alba. Pero fue Poirier el protagonista, pues tras dos grandes mates a dos manos, tras pases de Campazzo y Abalde, erigió una ventaja definitiva para el Madrid en la noche berlinesa.
