Entrevista a Benjamin Ferencz, el último fiscal de Núremberg: «Nos dijeron que no querían revanchas»
El primer problema de Benjamin Ferencz al llegar a Núremberg, en el frío enero de 1945, fue que su mujer, Gertrud, se mareaba apenas salía a la calle. La ciudad apestaba. Bajo las ruinas y los escombros, que cubrían el centro medieval como un manto de desolación, se pudrían unos 30.000 cuerpos sepultados por los bombardeos, la mayor parte de los cuales nunca fue recuperada. «Volé con un grupo de 50 investigadores recién reclutados. No me apetecía volver a Europa, pero era atractivo trabajar para el fiscal general Robert H. Читать дальше...