Con promesas de armonía en medio de ausencias y evidentes fricciones, y con los lentes violeta en primer cuadro como emblema de la lucha de las mujeres como su estandarte, Mónica Soto asumió la presidencia delTribunal Electoral. Repartió halagos a sus pares y ante los cuestionamientos por su cercanía con el partido en el poder, puso en garantía su imparcialidad e independencia.“A la sociedad mexicana, a los partidos políticos, a las agrupaciones, a las asociaciones, a la academia, a los expertos... Читать дальше...