Costa Rica le da sabor al bambú mediante dos empresas familiares
Dos empresas familiares fabrican variedades de productos comestibles a base de bambú, una planta de la que se sabe poco sobre su uso alimenticio en la personas
Al bambú se asocian varias cosas: el continente asiático, su gran potencial como material para construcción, su versatilidad para fabricar productos y accesorios, es amigable con el medioambiente y por supuesto los osos panda, pues es su principal fuente de alimento. Pero sin lugar a dudas, la novedad está en que también se utiliza para elaborar alimentos de consumo humano y eso sucede en Costa Rica.
La Nación conversó con dos emprendimientos familiares que desde hace varios años elaboran, por separado, productos derivados del bambú.
En diminutivo apuntando en grande
Bambucitos es la marca de la empresa familiar Grupo Retana que se dedican en Pérez Zeledón, a la elaboración de productos comestibles a partir de los brotes de bambú. Esta empresa tiene una “hermana mayor”, se trata de Bambutico fundada hace 43 años, y se dedica a los usos de la planta con fines arquitectónicos y de construcción , además del desarrollo de viveros.
Natalia Retana está al frente de Bambucitos y creció en medio del bambú en la empresa de sus padres. “Recuerdo que cuando estábamos chiquitillos consumíamos los brotes de bambú, mi papá había incursionado en temas de bambú y sabía de su uso comestible y hacíamos esa experiencia de consumirlo a nivel familiar”, rememora.
Desde ese momento la familia utilizaba la planta en recetas caseras, asegura pero no lo habían visto como un negocio y fue hasta que personas cercanas probaron y aplaudieron el producto, que decidieron incursionar en la parte de alimentos.
Chileras y vinagretas con y sin picante, forman parte del portafolio de productos. “Estamos incentivando a las personas que consuman el bambú porque tiene muchos nutrientes y aminoácidos, que ayudan a mantener el organismo sano, además de poseer fibra”, explicó.
Natalia comparte el nuevo reto con ánimo: han sembrado más áreas de bambú con fines comestibles y crear puestos de empleo, dirigidos a mujeres. Actualmente se apoyan con la mano de obra de Bambutico y contratan servicios para maquilar el producto. “Estamos en la etapa de crecimiento, estamos articulando acciones para generar empleos”, indica.
La empresa, fundada hace cuatro años, está reiniciando operaciones, tras la pausa provocada por la pandemia de la covid-19.
¿Qué son los brotes de bambú?
Natalia explica que el brote de bambú para ser consumido debe pasar por un proceso de hervido, para minimizar el sabor amargo, dependiendo de la variedad de la planta.
En el caso de Bambusitos, utilizan una variedad dulce: phyllostachis aurea. “El brote es como el hijito pequeñito que debe cortar con 30 centímetros de altura máximo, porque luego se hace una planta madura y se endurece, ocupamos cortar el brote tierno para que se haga comestible”, agrega.
Aunque a simple vista se asemeja al palmito, los brotes de bambú, además del sabor, lo diferencia su consistencia crujiente, indica la empresaria que ya apunta a comercializar a nivel nacional en almacenes y supermercados, por el momento las ventas son por contacto directo.
El legado del abuelo
A casi 140 kilómetros de distancia, en la zona de Cartago, con el aliento cansado, Esteban Reyes atendió la entrevista, porque se encontraba “en la breteada”, pues atiende personalmente las plantaciones de bambú de donde sale la materia prima para la elaboración de productos como brotes en ceviche y vinagretas, como herencia y homenaje a su abuelo, ya fallecido.
Originarios de Ciudad Cortés, Puntarenas, recuerda que su abuelo probó por invitación de unos asiáticos el bambú con carne, de ahí surgió la idea y empezó a empacarlo en chileras y vinagretas para venderlo en la pulpería familiar, y tuvo éxito.
Esteban y hermano acompañaban a su abuelo Carlos en la aventura. Pero tras su deceso se detuvo el comercio del bambú comestible, fue hasta que se vio en desempleo que decidió, hace seis años, retomar el legado y funda con la familia la empresa Grandpa (abuelo) Panda.
“Empezamos con bolsitas plásticas, me iba a carnicerías, a verdulerías, a un montón de lugares, luego sacamos los permisos, empezamos a ir a ferias, fue de a poquitos y ya estamos en supermercados”, relata.
Granpa Panda, también utiliza la variedad phyllostachis aurea, produce bambú en ceviche, en vinagreta, en chilera y en agua, está disponible en una cadena de supermercados y recién concluyeron acuerdo para distribuirse en otra, ambas con presencia a nivel nacional.
La familia se encarga de todo el proceso, generando varias fuentes de empleo entre familias que cultivan el bambú y los proveedores de los insumos naturales. Esteban adelanta que esperan desarrollar el cultivo en la zona de Drake, en Puntarenas, junto a productores locales.
Ambas empresas indican que cuentan con todos los registros en regla para ofrecer el producto.