La gran regeneración
Ay, ¡aquel mefistofélico Mariano! Necesitó un par de semanas antes de enseñarle la puerta de salida a su ministro de Industria, José Manuel Soria, por mentir. Aquellas dudas le fueron afeadas con legítima indignación por el líder de la oposición, el muy ético Sánchez; por el regenerador en jefe Rivera; por un airado Iglesias, que se rasgaba las vestiduras escandalizado (mientras su número dos de entonces seguía sentado en su escaño tan ancho tras robar una beca), y también por la tele al rojo vivo y todos los chiringuitos digitales del orbe. Читать дальше...