El Rocío se sumerge entre multitudes en el tiempo sin tiempo del disfrute
En El Rocío no se descansa. El tiempo es demasiado preciado como para no aprovecharlo. Que se lo sigan, si no, al hermano de la Matriz encargado de dar la bienvenida al filo del mediodía a los peregrinos que se congregaban en torno a la ermita. Voz quebrada, muy ronca, y unos gallos que casi le impidieron dar los correspondientes vivas. Todo ello denotaba haberse entregado totalmente a una romería tan exigente en lo físico como gratificante en lo emocional y espiritual . Se puede estar horas, días... Читать дальше...