La Orden de Malta elige por primera vez a un gran maestre que no proviene de la nobleza
En la cima del monte Aventino de Roma está la «Villa Magistral», enclave de la Orden de Malta en la Ciudad Eterna. Desde este miércoles tiene un nuevo señor pues en su «sala capitular» ha sido elegido «Gran Maestre» el canadiense John Dunlap, de 66 años. Casi como si fuera un cónclave, este abogado se ha convertido automáticamente en «príncipe», con honores y prerrogativas civiles de jefe de Estado y religiosos de cardenal. Aunque lo llamen «Alteza Eminentísima», Frey Dunlap pasará a la historia por ser su primer gran maestre sin linaje aristocrático , gracias a la reforma de orden iniciada en 2017 por el Papa Francisco, que ahora permite que la «nobleza» sea interpretada en términos espirituales. También el primero que será elegido por un mandato de diez años, y no de por vida. Dunlap es un monje de caballería del siglo XXI. Si en los últimos nueve siglos sus predecesores se entusiasmaron ante la idea de proteger a peregrinos en los Santos Lugares, él quedó deslumbrado a mitad de los años 80 por el modo en que la Orden de Malta cuidaba a enfermos de sida en el barrio de Harlem , en Nueva York. En aquel entonces, este experto en Derecho de la emigración empezó a dedicar su tiempo libre a ayudar en ese hospital. Poco a poco, el voluntariado se transformó en vocación . Así, en 1996 solicitó ser «caballero profeso» y doce años más tarde hizo los tres votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia. Actualmente sólo hay 38 «profesos» en la Orden de Malta , una situación delicada pues sólo ellos pueden ser gran maestre. Son frailes de una orden militar, y por eso llevan el apelativo «frey». Desde ahora, Dunlap está a cargo de ellos y de los otros 13.500 «caballeros y damas» laicos que han entrado por invitación en la orden. Además, preside esta entidad soberana «neutral, imparcial y apolítica» que mantiene relaciones diplomáticas con 110 países. En 2022, su brazo humanitario, «Malteser International», con 90.000 voluntarios y 52.000 empleados , dedicó 78,3 millones de euros a llevar ayuda humanitaria a todos los continentes. Esta organización sin intereses políticos o ideológicos, es capaz de levantar un hospital de campaña en pocas horas en prácticamente cualquier lugar del mundo, contrastar el tráfico de personas o distribuir productos de primera necesidad. Las relaciones de la orden con Francisco no han sido fáciles . En diciembre de 2016, el entonces gran maestre Matthew Festing acusó falsamente a su ministro de exteriores Albrecht Boeselager de consentir la distribución de preservativos en sus obras sociales, y lo expulsó. Éste, recurrió la decisión al Papa, y el Pontífice puso en marcha una investigación. Festing lo consideró una invasión de campo y se negó a colaborar con los enviados papales. Poco después, presentó su renuncia. Desde entonces, algunos sectores han intentado repetidamente sabotear la reforma solicitada repetidamente por el Papa , que les ha solicitado mayor espiritualidad y representatividad en sus decisiones, y que en septiembre llegó a intervenir la orden. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El minúsculo y olvidado país con 900 años de historia que dominó el Mediterráneo con Carlos V noticia No El Papa toma el control de la Orden de Malta noticia noticia Si El Papa Francisco impone un gobierno de la Iglesia a golpe de auditoría A mediodía de este miércoles, John Dunlap tomó pluma y papel, y redactó a mano la carta más delicada de su vida. Como manda su ley, comunicó personalmente al Papa que acababa de ser elegido gran maestre. El cardenal Silvano Tomasi llevó personalmente la misiva a Casa Santa Marta. El Papa aceptó en pocas horas , señal de que volverán a soplar vientos de calma en el monte Aventino.