Bolaños, tocado tras la trifulca en Sol, levanta recelos en Moncloa y Ferraz
En julio de 2021, Pedro Sánchez presentó así a su nuevo ministro de la Presidencia, Félix Bolaños García (Madrid, 1975), hasta ese momento secretario general de la Presidencia: «Félix era, y seguirá siendo, uno de mis principales colaboradores. Es un hombre preparado, tenaz, eficaz y que conoce como pocos la estructura y el funcionamiento del Gobierno». La buena estrella de Bolaños –un hombre vinculado desde siempre, siguiendo la estela familiar, al PSOE, pero también con un currículum de envergadura fuera de la política, como letrado del Banco de España y abogado en prestigios bufetes de Madrid– venía avalada por gestiones cumplidas a plena satisfacción como la exhumación de los restos de Franco en el otoño de 2019, negociada por él mismo con la familia del dictador. Al poco de jurar como ministro pudo desplegar esas cualidades en la gestión del histórico repliegue de las fuerzas y el personal español en Afganistán. Una imagen de gran y eficaz ejecutor que palidece ante la trifulca vivida en la Puerta del Sol el pasado martes, durante la fiesta de la Comunidad de Madrid, con un silente Bolaños escuchando cómo la jefa de protocolo de Isabel Díaz Ayuso le impedía el paso a la tribuna de autoridades, ante las protestas de sus más inmediatos colaboradores. El Gobierno no dudó en arremeter en un primer momento contra el Ejecutivo regional del Partido Popular (PP), aunque con el paso de los días el respaldo al ministro se ha ido diluyendo, y sus apariciones públicas se han reducido drásticamente. Noticia Relacionada estandar No Ayuso acusa a Bolaños de acudir a Sol a provocar para intentar «reventar» el Día de la Comunidad de Madrid Mariano Calleja La presidenta autonómica defiende la actuación del servicio de protocolo de la Comunidad y acusa al Gobierno de Sánchez de querer «avasallar» a las autonomías Así quedó particularmente de manifiesto el pasado jueves, cuando Sánchez, durante su comparecencia conjunta con el presidente de Colombia, Gustavo Petro , tuvo que pronunciarse por primera vez, a preguntas de la prensa española, sobre el incidente. Lejos de recrearse en la cuestión, el secretario general de los socialistas la despachó en un minuto escaso, sin citar en ningún momento al ministro –cuando le habían preguntado expresamente si su actuación contó con su respaldo– y haciendo una apelación genérica a «respetar las reglas», con independencia, matizó, del territorio concreto o del «color político» de un determinado gobierno regional. Sus palabras, en abstracto, podrían parecer de trámite, pero en Moncloa y Ferraz muchos las consideran un reflejo de su descontento por lo ocurrido. «Al presidente no le ha gustado lo que pasó», sintetiza una fuente del Ejecutivo. Noticia Relacionada estandar No Malestar en el PSOE porque la treta de Bolaños invisibilizó a sus candidatos Sara Medialdea La polémica desdibujó a los cabezas de lista a la Comunidad y el Ayuntamiento, a los que se vio incómodos Y desde luego donde menos ha gustado aún es en el PSOE madrileño, como confirman fuentes de esa formación, cuyo líder, Juan Lobato , presente en la recepción del 2 de mayo, trata de reflotar a unas siglas sumergidas en una crisis histórica (los socialistas no gobiernan ni en el Ayuntamiento de la capital ni en la Comunidad desde el pasado siglo) que ha agravado sobremanera la irrupción en su espacio ideológico de Más Madrid, el partido que lidera la oposición en Cibeles y en la Asamblea regional. No es tampoco el primer tropiezo de Bolaños. Suyo fue el plan judicial de finales del año pasado con el que el Gobierno pretendió sortear el bloqueo en la renovación de los órganos constitucionales como el Tribunal Constitucional (TC) o el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de manera exprés, mediante unas enmiendas a una ley de distinta naturaleza. Una maniobra que tumbó el propio TC, tras el recurso presentado por el PP, y que si bien fue calificada por los socialistas como una injerencia sin precedentes en la soberanía popular (el fallo del TC impidió que las enmiendas se ratificasen en el Senado) ya levantó recelos sobre la estrategia diseñada por el hombre para todo en Moncloa. Meses antes su actuación quedó en entredicho tras comunicar en una rueda de prensa la infección por el software Pegasus que habían sufrido los móviles de Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles , con la que entró en una soterrada lucha sobre quién de los dos era responsable de la seguridad en las comunicaciones del presidente. Bolaños queda ahora tocado en Moncloa, tras un incidente, el de Sol, en el que precisamente Robles le dejó en la estacada, cuando sí que se encaramó a la tribuna junto a Ayuso y el resto de autoridades.