Dinamarca recorta un festivo laboral para financiar su creciente gasto militar
Hoy comen lo daneses un tradicional pastel de trigo a base de la última harina de la cosecha, para celebrar las tradicionales confirmaciones, que suelen celebrarse en el 'Store Bedegag', el cuarto viernes después de Pascua, que coincide a menudo con la explosión de la primavera en la naturaleza nórdica. Las familias se reúnen y el puente es propicio para viajes cortos o jornadas de navegación, mientras que la iglesia evangélica llama a la «gran oración» en esta fiesta, que se ha celebrado de forma ininterrumpida desde 1686, cuando se introdujo para unificar varias fiestas cristianas. Y este año los daneses lo celebran con especial entusiasmo por tratarse del último. A pesar de las protestas masivas y de las manifestaciones con hasta 50.000 personas ante las puertas del parlamento, el gobierno ha aprobado su abolición para añadir un día laboral al calendario y aumentar la productividad económica y los ingresos del Estado, que necesita urgentemente nueva financiación para su política de rearme. El obispo evangélico de Viborg Stift,B , ha criticado que se está convirtiendo el «gran día de oración» en un «gran día de las bombas». La socialdemócrata socialdemócrata Mette Frederiksen y sus socios, el liberal Venstre y los moderados de Lars Løkke Rasmussen, cuentan con unos ingresos adicionales para el Estado de 3.000 millones de coronas danesas en los primeros años, el equivalente a unos 430 millones de euros y a la carga fiscal de 8.500 empleados a tiempo completo. Noticia Relacionada estandar Si Renunciar a un festivo para financiar a su Ejército, la última medida de Dinamarca para hacer frente a Rusia Rosalía Sánchez Tendrá una repercusión de tres mil millones de coronas adicionales para el tesoro estatal danés, algo más de 400 millones de euros Dinamarca no sólo está rearmando su Ejército a marchas forzadas para cumplir con las exigencias de la OTAN, sino que además participa de forma activa en los envíos de armas Ucrania. El último anuncio del ministro de Defensa danés, Jakob Jensen, se refería a la entrega de 19 obuses autopropulsados Caesar de artillería, que se suman a la oferta de tanques de combate Leopard. El ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, informa que gastará 38.000 millones de coronas danesas (5.000 millones de euros) en un plan de «restauración de los cimientos de las Fuerzas Armadas»: 27.000 millones de coronas danesas (3.360 millones de euros) en «restaurar capacidades y esfuerzos que las Fuerzas Armadas no pueden mantener en la situación financiera actual», y 11.000 millones de coronas danesas (1.480 millones de euros) en nuevas inversiones. En junio de 2022, los daneses votaron en referéndum a favor de sumarse a la Alianza Atlántica por un 66,9% de los votos a favor, más del doble de los votos en contra. Desde entonces los presupuestos generales están condicionados por esta decisión y el gobierno ha optado por la eliminación de un festivo como medio para cuadrarlos.«Creo que se está aprovechando esta situación excepcional de seguridad para recortar derechos de los trabajadores, no estoy de acuerdo con este recorte y me sorprende y me decepciona que este gobierno haya tomado esa medida», se queja a la cadena de radio danesa DR Jörg, un estudiante de Derecho de 23 años. Esperan una compensación «Supongo que los que toman la decisión son también los que tienen que pagar la fiesta», dice por su parte Morten Thiesen, consejero escolar del municipio de Aalborg, que espera que haya una compensación por haber convertido este día en jornada laboral. Las autoridades administrativas han explicado tanto a los profesores como a los padres de la comunidad educativa que prescindir de este festivo servirá para mantener el proyecto de ampliación del patio de recreo y la compra de nuevos libros de inglés en la Escuela y Aldea Infantil de Trane, en Tistrup, cerca de Varde, y que el personal del centro recibirá un aumento salarial del 0,45% como compensación, aunque son los municipios e incluso los colegios los que tendrán que rebuscar en los bolsillos de su presupuesto anual para cumplir con ella, porque el Estado no correrá con ese gasto. No está claro si a los daneses les disgusta más la medida en sí o la forma en la que el gobierno la está aplicando, pero según una encuesta DR, el 70% de los encuestados se manifiesta hoy explícitamente en contra de la eliminación del festivo y sólo el 19% a favor. Los sindicatos todavía no pierden la esperanza de volver a disfrutarlo en 2024: han recogieron más de 450.000 firmas en Dinamarca contra la abolición y están dispuestos a seguir convocando movilizaciones masivas. En teoría, los partidos de oposición podrían pedir al Folketing, el parlamento danés, un referéndum sobre la medida, pero la oposición está dividida sobre este punto. En Copenhague, se espera que el incremento del gasto en Defensa y seguridad hasta el 2% del producto interior bruto , que estaba previsto para 2033, pueda ahora adelantarse a 2030. Esa es la meta que la OTAN exige para que los países miembros aseguren una capacidad de defensa común. «El Ejército danés necesita una inyección de vitaminas que funcione. De esta manera podemos prepararnos para la nueva realidad geopolítica que está surgiendo a nuestro alrededor», justifica el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, sobre los planes de financiación. «Tal vez tengamos que ir más allá del dos por ciento», ha abundado Mette Frederiksen.