Villarejo vuelve al Congreso: «Si me han citado otra vez, será que a ustedes les va la marcha»
«No entiendo cómo me vuelven a citar cuando ya vine y al día siguiente, algunos de ustedes decían que fabulo o digo mentiras. Debe ser que a sus señorías les va la marcha». Así se arrancaba este miércoles el comisario jubilado José Manuel Villarejo ante la comisión de investigación que ha puesto en marcha el Congreso, la tercera en la que le convocan, para tratar lo que se denominan las «cloacas» del Ministerio del Interior. Esta 'temporada' ya no es sobre el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas, un asunto al borde de juicio; sino por la denominada Operación Cataluña, aunque tampoco es que se haya notado demasiado. Villarejo es uno de los dos únicos comparecientes cuyos nombres han sido capaces de consensuar los grupos parlamentarios para este 'bis' de la Comisión Kitchen, que se extendió nueve meses en 2021 y acabó cerrándose sin propuestas de calado. El otro invitado es Higini Cierco, expresidente de la malograda Banca Privada de Andorra, pero su asistencia se ha pospuesto porque coincidía con un viaje. Tampoco es que Villarejo haya aportado novedades sobre el asunto. Ha incidido en que lo que deben hacer sus señorías es «preguntar al CNI» porque, asegura, es la institución que «organiza, diseña, prepara y estructura ese tema» que califica como «una operación de calado» dirigida a evitar la independencia de una parte del territorio. Se ha mostrado molesto cuando reprochaba que en el discurso público se reduzca este asunto a una maniobra «parapolicial». Noticia Relacionada Caso Kitchen estandar No El PSOE renuncia a solicitar la comparecencia de Rajoy y Casado en la nueva comisión sobre las «cloacas de Interior» Mariano Alonso Este jueves se aprueba la lista completa con todos los nombres de los que pasarán por la comisión «Oiga, esto va más allá: se diseña desde las propias entrañas de la presidencia del Gobierno, que la lleva adelante la vicepresidenta (Soraya Sáenz de Santamaría) que es la que controlaba el CNI y nosotros, junto con la Guardia Civil y el CNI, estructuramos una operación donde cada uno tiene un cometido«, ha zanjado, reiterando lo que viene contando desde que comenzó en la Audiencia Nacional la macrocausa contra él por la que fue detenido en 2017 y espera sentencia. Perfil bajo con Rajoy y Cospedal Se mantenía así en un perfil más bajo del que mostró cuando hubo de hablar de la operación Kitchen y acabó soltando en el Congreso que con Mariano Rajoy hablaba por teléfono, cosa que jamás había mencionado en los juzgados. Y eso que el portavoz del Grupo Socialista, Felipe Sicilia, no ha escatimado esfuerzos primero, para conseguir que el comisario no se fuera por las ramas y, segundo, para que diese el titular. Pero de Rajoy, en este asunto, no recuerda si hablaron o no, aunque no lo descarte; y de quien era la secretaria general de los populares, Dolores de Cospedal, poca novedad también. Es un hecho ya objetivado que tuvieron alguna reunión. «Probablemente», ha apuntado, hablarían de ello. Ha insistido en que a quien hay que preguntar es al CNI porque lo contrario, dice, es «quedarse sólo en la espuma» y ha asegurado que manejan unos «fondos súper reservados» que habrían costeado la operación. Por el camino, recados a los fiscales de Anticorrupción que llevan su causa -se ha referido al podcast protagonizado por Ignacio Stampa como «docuserie en plan Rociíto»-, algún mensaje de actualidad -«en mi causa no hay chocho volador ni coca ni generales y me piden doscientos años»-, chascarrillos varios -«votaré a Pedro Sánchez porque es el más valiente que conozco»- y miscelánea en los temas porque variados eran los asuntos por los que se interesaban los diputados. Al portavoz del PP, Luis Santamaría, que ha sacado a colación desde a Juan Carlos Monedero hasta las saunas del suegro de Pedro Sánchez, le ha prometido que si alguna vez consiguen organizar una comisión de investigación sobre la Gurtel, le contará «todos los detalles de la operación política». Del CNI a la Guardia Civil Con el de Vox, Juan Carlos Segura, parecía sintonizar menos que con su precedesora durante la comisión de Kitchen, Macarena Olona. El diputado le ha acabado preguntando hasta por contrabando de tabaco y «filoterrorismo» catalán después de afirmar que, de momento, la operación Cataluña sólo existe en su cabeza. «¿Me va usted a preguntar algo?», planteaba el comisario. En Unidas Podemos, Pablo Echenique se ha centrado en la «pata mediática de las cloacas» acusando de corrupción a periodistas sin que el comisario entrase mucho al trapo, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha repetido la estrategia de «tengamos una conversación» que ya mantuvo cuando la comisión de Kitchen para acabar picando en temas diversos, desde el miedo de Villarejo a ser asesinado a si Jorge Moragas jugó un papel relevante en los albores de la operación Cataluña. Junts ha profundizado más, con preguntas concretas sobre quién, qué y cómo se gestó, consiguiendo que el comisario se ratificase en entrevistas, declaraciones y comparecencias previas acerca del conocimiento que tenían los mandos de Interior de ese supuesto operativo. Ha insistido en que el CNI es la respuesta a todas las preguntas, pero por el camino, ha asegurado que fue la Guardia Civil, en coordinación con el Centro, quien dio «el apretón» en relación a la intervención del FinCen americano que desembocó en la caída de la Banca Privada de Andorra. Mikel Legarda, del PNV, ha cuestionado que pueda ser una operación de Inteligencia sin más, cuando se ha dado «cuenta sobrada» de comportamientos que no se ajustan a la legalidad. «Sobre operaciones ilegales e ilícitas el PNV tiene mucha experiencia», le ha espetado Villarejo. La tensión entre ambos se ha extendido en toda su intervención. Tiene ya cita en un juzgado Esa supuesta guerra sucia al independentismo costeada con fondos públicos y recursos policiales se habría desplegado en las mismas fechas y bajo el mismo gobierno, el de Mariano Rajoy, pero a diferencia de la Kitchen, está sin instruir. La única causa relacionada que ha prosperado en España es por la querella que presentó en los juzgados de Madrid el expresidente del Barça, Sandro Rosell. Considera que fue víctima colateral, si no directa, de todo un conjunto de maniobras policiales y políticas en ese contexto. Precisamente este miércoles ha comparecido en el juzgado de Instrucción número 13, que ya tramita su querella, para reivindicar que se depuren a fondo responsabilidades tanto en la policía como en la política de aquella época. El siguiente paso del juzgado ha sido imputar a Villarejo, que tendrá que comparecer con abogado el próximo 26 de mayo , según informaron en fuentes jurídicas a ABC. Rosell le señala por «obtener información y confeccionar pruebas falsas» que le habrían costado dos años de prisión provisional para luego acabar absuelto en la Audiencia Nacional.