La ONU quiere acabar con la contaminación por plásticos en 2040 con impuestos y envases reutilizables
La lucha para acabar con la contaminación por plásticos no está siendo fructífera y a pesar de los acuerdos internacionales para la reducción en su uso. Sin embargo, las toneladas de estos residuos no dejan de crecer y amenazar los ecosistemas terrestres y marinos. A pesar de ello, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) es optimista y «espera acabar con el 80% de esta contaminación en 2040. Pero para ello hay que cumplir un plan de acción basado en dos medidas fundamentales: envases reutilizables e impuestos. En realidad este informe es una guía para los dirigentes internacionales tengan como base para lograr cerrar un nuevo tratado internacional que ponga fin a esta contaminación por plásticos. Una cita marcada en rojo en el calendario que se celebrará a finales de este mes de mayo en París (Francia). En ella, la ONU espera alcanzar un borrador de mínimos para que, ya en 2024, se plasme un acuerdo para poner freno a este tipo de residuos. «Necesitamos repensar dónde lo estamos usando y cómo lo estamos usando», advierte Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma. La reunión en París es el segundo capítulo de las conversaciones iniciadas en marzo de 2022, donde 193 países acordaron poner fin a la contaminación por plásticos. Sin embargo, las medidas aún no se han puesto negro sobre blanco ni se ha ejecutado ningún acuerdo vinculante que frene la producción de plásticos . En la actualidad, el mundo produce 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de los cuales son productos de corta duración que pronto se convierten en desechos. «La producción se triplicará para 2060 según las tendencias actuales», advierte Naciones Unidas. «El sistema actual de reciclaje de plásticos no está funcionando» Pnuma El informe de la ONU pone como objetivo reducir en un 80% la contaminación en poco más de 15 años centrado en tres pilares. El primero de ellos es la apuesta por la utilización de envases reutilizables que «podría reducir un 30% la contaminación por plásticos en todo el mundo», aseguran los autores del informe. La segunda clave está en otra 'R', en este caso reciclar que acabaría con el 20% de los residuos. «El sistema actual no está funcionando », advierte el Pnuma. La respuesta la dan en perspectiva económica: «Los mercados de reciclaje no pueden despegar mientras el plástico virgen tenga un precio más bajo que el plástico secundario». Por lo que la apuesta de los investigadores de Naciones Unidas es la imposición de tasas y eliminación de ayudas públicas que incentiven la producción de plásticos. Finalmente, la última pata se centra en «reorientar y diversificar» los productos de plástico por otros hechos con materiales alternativos, como papel o materias compostables. «Este informe establece una hoja de ruta para reducir drásticamente estos riesgos mediante la adopción de un enfoque circular que mantenga los plásticos fuera de los ecosistemas, fuera de nuestros cuerpos y en la economía», detalla Andersen. En todos los lugares En la actualidad, el plástico se encuentra en todos los rincones del planeta: desde la cima del monte Everest hasta los océanos más profundos . Las personas consumen microplásticos a través de los alimentos ya se han encontrado en la sangre y en la leche materna. «Se puede lograr un acuerdo global en 2024 para acabar con la contaminación por plásticos» Inger Andersen directora ejecutiva del Pnuma «Hay mucha determinación de muchos lados, norte, oeste, este y sur y se puede lograr un acuerdo global en 2024», apunta Andersen. El informe de la ONU estima que durante los próximos 20 años, reducir la contaminación por plástico en un 80 % evitaría daños valorados en más de 3.000 millones de euros, incluidos los impactos en la salud, el clima, la contaminación del aire, el medioambiente y los costes legales de los casos presentados contra las empresas de plástico. En cambio, este recorte evitaría 500 millones de toneladas de emisiones de CO2 por año, aproximadamente lo mismo que las emisiones de Canadá. Además, también podría conducir a un aumento neto de 700.000 puestos de trabajo para 2040, principalmente en países de bajos ingresos, según el informe.