«Los periódicos deberíamos estar de espaldas a las redes sociales»
La cosa empezó fuerte. «Tenemos aquí un retumbo discotequero, ¿no? Es una cosa que odio profundamente, porque me recuerda que España es una pocilga», dijo Juan Manuel de Prada , entre las carcajadas del público. Y después: «A mí me gusta demostrar que España es una pocilga, que está hecha un trapo. Me gusta, a partir de la actualidad, elegir esos asuntos que le permitan al lector entender las causas de la situación en la que nos hallamos. Las causas últimas. (...) En el fondo a mí me hubiera gustado ser Jeremías, antes que cualquier maestro de la literatura». Estaba respondiendo a la pregunta de cómo elegía los temas de sus columnas. Otra vez, varios de los mejores columnistas de ABC se reunieron en el Círculo de Bellas Artes para debatir sobre el presente y futuro de la profesión. Ángel Antonio Herrera moderó el segundo encuentro de 'Hablamos de todo', el ciclo de conversaciones con el que el Aula de Cultura ABC celebra los ciento veinte años de esta cabecera. En esta ocasión, las firmas invitadas fueron María José Fuenteálamo, Ignacio Camacho y, claro, Juan Manuel de Prada. «Estamos en esa lucha contra una España sucia que nos ha tocado en muchos aspectos. Hay muchas veces que los temas te vienen, que los marca la actualidad», explicó Fuenteálamo. Camacho tiró de ironía. «Yo me he hecho analista político degenerando. Primero fui periodista, luego columnista, y al final, en un proceso degenerativo, he acabado siendo analista político», lanzó, antes de precisar que «la temperatura de un periódico la da la política». Ángel Antonio Herrera sacó pronto el tema de la pérdida de influencia del columnismo, que en la sesión anterior planteó Pedro García Cuartango . «Es que, ¿qué es la influencia? La vida media de un 'influencer' es entre uno y dos años… Se ha perdido la influencia del columnismo porque ha sido destruido el concepto de la autoridad. Y ese es el gran drama de las sociedades modernas», apuntó De Prada. Camacho asintió. «Conservamos un poco de influencia, pero sí: hemos perdido lectores, hemos perdido respeto, prestigio, en parte por nuestra culpa y en parte por la evolución de la comunicación. El problema es que una de las grandes características del mundo digital, y lo digo con palabras de Umberto Eco, es que pone a los listos en el plano de los tontos, y por tanto ha abolido la jerarquía intelectual. Yo solo reclamo para el periodismo un poco de respeto. Como se tiene respeto al médico en su campo, o al fontanero. Somos técnicos en hechos», argumentó. Fuenteálamo subrayó que se ha perdido el liderazgo porque ya no hay héroes, porque ya no hay valores. «Pero sigue habiendo esperanza, seguimos influyendo, nos escuchan. La base alimenticia del país en términos de información de opinión sigue siendo el periódico». Noticia Relacionada estandar No Manuel Jabois, premio Cavia: «Es más fácil hacer dudar a alguien hablando de amor que hablando de política» Bruno Pardo Porto El escritor y periodista de 'El País' ha sido distinguido con el galardón de ABC por su artículo 'Mi vida sin WhatsApp' La conversación derivó hacia la influencia, nociva, que las redes sociales y Google están teniendo en el periodismo. «El problema de los medios de comunicación es que han perdido a su público. En internet el público es amorfo, picotea, no cree en la cabecera. En el periódico en papel había una armonía en los contenidos: eso se ha perdido por querer satisfacer a ese público amorfo. Y es un error clamoroso: querer contentar a todo el mundo, querer contentar a los zoquetes de las redes sociales, acojonarte por lo que digan esos energúmenos... Las redes sociales reflejan un mundo gregario, que fomenta la cancelación», lamentó De Prada. «En los periódicos, el llamado SEO, el técnico de posicionamiento en Google, tiene a veces más poder que un redactor jefe. Y esto es un estrangulamiento. Nunca vamos a poder competir con Google, si queremos combatir en su campo no vamos a ganar», aseveró Camacho. Y añadió: «El Chartbeat [la herramienta que permite a los periódicos medir las visitas en tiempo real] conduce directamente al populismo informativo. Y esto es el final del negocio». Respecto al conocimiento del público que permiten estas tecnologías, De Prada zanjó el asunto con dos estocadas. «Saber la palabra que se está buscando más en Google no tiene sentido. El periodismo consiste en poner la palabra que nadie está buscando». «Los periódicos deberíamos estar de espaldas a las redes sociales. Sería lo más sano». Los aplausos subrayaron la frase.