Fuerteventura, la Playa de Canarias
Un paraíso con más de 150 km. de playas de arena blanca y aguas turquesas con inmensos paisajes naturales, con gente de carácter abierto, con un clima templado y suave (media anual de 22 grados), con excelentes alojamientos e instalaciones turísticas, además de una red de museos de extraordinaria calidad. Aguas cristalinas, playas vírgenes y paradisiacas, campos de dunas, paisajes de suaves montañas (entre arena blanca, negra o dorada)… así es un paseo por el litoral de Fuerteventura, Reserva de la Biosfera y Reserva Starlight (el máximo galardón que otorga la Fundación Starlight), que ofrece un gran abanico de posibilidades para disfrutar de unas vacaciones en todas sus vertientes: desde el relax al ocio familiar o la práctica de deportes como el windsurf, el kitesurf o el buceo. Detalle del conjunto de grandes playas en Corralejo ABC Los paisajes de Fuerteventura bien merecen una visita y te permitirán descubrir la belleza natural de esta isla, reconocida en toda su extensión, como Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. Sus monumentos, pueblos y Parques Naturales son testimonio del origen volcánico de Fuerteventura, un lugar que también alberga una gran variedad de fauna y flora autóctona. Los Parques Naturales de Jandía, Ajuy y Corralejo, así como la Isla de Lobos, son notables reservas geológicas habitadas por especies protegidas, mientras que los hitos naturales de Montaña Cardón, Tindaya y Caldera de Gairía, entre otros, destacan en el paisaje por sus escarpados rasgos y se entremezclan con sus molinos, 23 de los cuales han sido declarados como Bienes de Interés Cultural. Todo un despliegue natural que ha propiciado el rodaje de grandes producciones cinematográficas, nacionales e internacionales, en uno de los destinos preferentes en toda Europa. Entre el cielo y el suelo La inmejorable ubicación de la isla la convierte en un excelente destino de astroturismo, con zonas de exclusión con condiciones de luz natural, incluyendo el Parque Natural de Jandía en el sur y el Parque Natural de Corralejo en el norte de la isla. Y cuenta con varios miradores astronómicos; entre ellos el popular mirador de Sicasumbre en Pájara o el Observatorio Astronómico de Tefía. Para los amantes del kitesurf y windsurf, Fuerteventura es una de las mecas mundiales por los vientos alisios, fuertes y constantes, que peinan algunos puntos de la costa majorera. Pero si lo que se prefiere es ser partícipe de la esencia, la cultura y la naturaleza de Fuerteventura, hay decenas de preciosas rutas de senderismo para gozar del paisaje, en concreto, 255 kilómetros de pistas preparadas y protegidas por la Red Insular de Senderos, salpicadas por numerosas casas y hoteles rurales que guardan la más pura tradición de los hogares majoreros. Fuerteventura posee además localizaciones excepcionales para los amantes de la ornitología como la Reserva Ornitológica de El Jarde, en cuyas más de 200 hectáreas se pueden observar especies como la avutarda hubara, la ganga ortega, el corredor sahariano o la bisbita caminero. Molino de Antigua ABC Más razones para disfrutar de unos días en la isla: su abundante y rica gastronomía, con platos como el sancocho, pescado, mejillones, tomates, aceite de oliva y otros como las papas arrugadas acompañadas de mojo en cualquier versión y el queso majorero, que es y ha sido merecedor de innumerables galardones nacionales e internacionales. Además, las cabras majoreras son protagonistas de los platos más tradicionales, mientras que el gofio se configura como uno de los legados de los aborígenes majoreros. La pujanza de una nueva generación de cocineros y chefs ha posibilitado la existencia de numerosos restaurantes preparados para los paladares más exigentes, que han recreado la cocina tradicional de Fuerteventura, con novedosas aportaciones. Sabores únicos para una experiencia inolvidable.