La expedición para bajar al Villa de Pitanxo embarcará a un segundo perito en Terranova
La situación en torno a la prueba clave para la investigación que sigue la Audiencia Nacional sobre el naufragio en febrero del Villa de Pitanxo comienza a desbloquearse. Tras un intercambio de escritos entre el Juzgado Central de Instrucción número 2 y el Ministerio de Transportes, finalmente la expedición fletada para bajar al malogrado pesquero tendrá, al menos, dos peritos a bordo . El 'Ártabro' hará una escala este jueves en San Juan de Terranova, donde embarcará el técnico que se quedó atrás por la premura con que partió el buque , que salió del Puerto de Vigo el pasado miércoles sin que el juez lo hubiese autorizado. Según informaron en fuentes jurídicas a ABC, en la Audiencia Nacional se trabaja a marchas forzadas para que también pueda participar en la expedición un perito designado por las familias, que no habían tenido siquiera posibilidad de nombrar uno, como es su derecho, para que emita informe sobre los hallazgos en la bajada al pesquero. La Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos (CIAIM) se ha abierto a esta posibilidad. El juzgado habrá de comunicar a lo largo de las próximas 24 horas la identidad del perito , que debería llegar a tiempo de embarcar en esa parada en San Juan de Terranova porque no habrá más durante el resto de la expedición, de acuerdo a las fuentes del caso consultadas, que confían en que este escollo también quede solventado y finalmente, la diligencia prueba practicarse con todas las garantías . Las tensiones entre Transportes y la Audiencia Nacional comenzaron ya desde el momento en que se requerían dos peritos para realizar la exploración de los restos del Villa de Pitanxo. Los dos expertos designados trabajan para la CIAIM y su misión habitualmente es elaborar informes que luego se someten a un órgano colegiado donde lo habitual es que sufran modificaciones. En esta comisión se investigan las causas de los siniestros desde el punto de vista de la seguridad en el mar y con vistas a la mejora de los protocolos, pero no para encontrar ni depurar responsabilidades penales. Una diligencia esencial Fueron los peritos designados con la previsión expresa del juez de que el informe que generen vaya directamente a su mesa. De otro modo, no se trataría de una pericial válida sostenible en caso de que el asunto llegase a un juicio. En paralelo, las familias, que llevaban meses reclamando sin éxito al Gobierno que fletase una expedición , pidieron lo mismo en la Audiencia Nacional donde, por boca precisamente de uno de esos peritos, el juez supo que esa diligencia no sólo sería útil sino que podía ser determinante para esclarecer las razones del naufragio. Se requirió entonces a la Administración para que pusiera en marcha los mecanismos a fin de fletar una expedición y se hiciese a la mayor brevedad. El tiempo corre en contra porque tras el verano, esas aguas serán impracticables. Finalmente, se convocó un concurso y se adjudicó la expedición por importe de 3 millones de euros . Se fijó igualmente la fecha de partida sin considerar que uno de los peritos estaba en Tailandia y el otro, en Portugal. Este consiguió regresar a tiempo y el barco se fue sin el segundo, al que ahora recogerá en San Juan de Terranova. Noticias Relacionadas estandar No El Gobierno se sacude la culpa de que la misión en busca del Pitanxo zarpara sin aval judicial J. Hierro estandar Si GALICIA Villa de Pitanxo: Las víctimas olvidadas del Gobierno Patricia Abet Todo esto se gestionó a espaldas del juez que dirige la investigación , pese a que en dos ocasiones (los días 8 y 17 de mayo) requirió información al Ministerio de Transportes y la CIAIM sobre el adjudicatario para poder pactar las condiciones de la expedición y el embarque de los peritos. Esta misma semana, en otro oficio, el instructor les afeaba la conducta y pedía explicaciones personalmente a los máximos responsables tanto de la Comisión como de la Subdirección General que llevó la adjudicación. Transportes sostiene que ellos sólo licitaron y es la CIAIM de modo independiente quien lleva las riendas de la expedición. Metros de cable, embarre La Audiencia Nacional está investigando el naufragio como 21 presuntos delitos de homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores por la actuación del patrón del Villa de Pitanxo, Juan Padín, principal investigado y uno de los tres únicos supervivientes del peor hundimiento de la historia reciente de España, junto a su sobrino y el marinero Samuel Kwesi. Fue él quien ante la Guardia Civil, primero, y ante el juez Ismael Moreno, después, aseguró que no había sido un accidente. Según su testimonio, las redes del pesquero embarraron pero el patrón se negó a soltarlas y en la maniobra, el barco escoró y la entrada de agua hizo el resto . Tampoco habría dado ni los avisos ni las instrucciones necesarias a la tripulación a tiempo. De hecho, sólo él y su sobrino llevaban el traje de salvamento. De ahí la importancia del peritaje, que revisará puntos muy concretos de la embarcación: desde el embarre que el patrón niega y el marinero sostiene hasta los metros de cable recogidos, porque todo ello puede contribuir a inclinar la balanza entre los dos testimonios. Es, de acuerdo a las fuentes consultadas por ABC, una diligencia en la que están puestas muchas esperanzas y que será definitiva para el destino de la investigación . Si es clarificadora, podría suponer el fin de la instrucción y su envío a juicio, porque pocas averiguaciones quedan ya por practicar.