La actuación en cadena que salvó la vida a un anciano que se atragantó con una hamburguesa: «Ahora estará haciendo crucigramas»
Si algo nos demuestra la vida es que de un momento a otro todo puede haberse acabado. Un accidente, de cualquier tipo, termina con quien quiera que sea en un suspiro. Algo que le pudo suceder este martes a Manuel -nombre ficticio-, un señor de 83 años que degustaba tan ricamente una sabrosa hamburguesa en un conocido local del centro de Madrid cuando un pedazo de carne se ancló en su garganta, provocándole un ahogamiento . Entró en parada cardiorrespiratoria, pero la actuación en cadena comandada por efectivos del Samur-Protección Civil funcionó a la perfección para salvarle la vida . Una actuación heroica, pero a la vez cotidiana, para estos sanitarios. «Es un paciente que, en un momento determinado, ayer había dado el 'off' y nosotros dimos el 'on'. Va a salir en las mismas condiciones que estaba antes del 'off'», resume la cara visible de la intervención médica, el jefe de Guardia, Guillermo Mancho. Era tarde ya para lo que se considera un horario 'estándar' de comida cuando ocurrieron los hechos, en un local de la calle Arenal, junto a la Puerta del Sol. Cerca de las cuatro de la tarde, el anciano estaba deglutiendo plácidamente su comanda, cuando todo se truncó. «Hay bastantes 'actores' en este aviso. Era un señor de 83 años acompañado por una persona de unos 60 años, que es quien se da cuenta de que se ha atragantado y hacer lo que tiene que hacer que es llamar al 112, que le empiezan a dar las primeras instrucciones», rememora Mancho. Noticia Relacionada estandar No Un guardia civil salva la vida a un hombre que dejó de respirar tras atragantarse en un restaurante D. V. El agente le practicó la maniobra de Heimlich con la que consiguió provocarle el vómito y que expulsase el alimento El anciano tosía con fuerza, buscando un hilo de oxígeno, pero el objeto que se había enclavado era «bastante grande» . El acompañante, con instrucciones de la central, le animaba a toser y recibió la indicación de que nadie le tocara. «En ese momento la tos es trabajada y con movimiento. Va tosiendo y va pasando el tiempo, tenemos una unidad que estaba cerca y no tardó mucho en llegar y, como les habían avisado antes de empezar a hacer nada, le dio tiempo a acudir», desliza el jefe de Guardia. El siguiente paso era hacer la famosa maniobra de Heimlich, porque el paciente estaba apagándose. Pero no les dio tiempo, Manuel había entrado en parada. Al llegar, la unidad se lanzó a sacar el objeto, que era un trozo de hamburguesa. Una vez que lo lograron, se oxigenó al paciente y se realizó una maniobra de reanimación avanzada, logrando revertir la parada. «Por eso es vital que se llame antes para que dé tiempo a llegar. Lo primero que hay que hacer siempre, antes de actuar, es llamar », subraya Mancho. «Si es un atragantamiento leve, el mismo va a ser luchando con la tos y va a tener intercambio gaseoso, pero si la cosa va mal, como en este caso que el objeto era muy grande, nosotros tenemos que llegar muy pronto. Normalmente no es fácil llegar pronto, por eso es muy importante que lo que estén allí hagan algo. Cuando nuestra central reconoce lo que tiene, le da instrucciones acompañando las acciones que puede ir haciendo mientras llegamos nosotros», cuenta el responsable del Samur sobre el protocolo a seguir siempre. Por su puesto, la actuación de los sanitarios madrileños fue vital para que Manuel esté ya pensando en salir del hospital . Pero también la de los empleados. «La gente del restaurante actuó bastante bien, esto estaba al final del local y fue facilitándonos a nosotros la llegada, haciendo que la gente fuera saliendo. Al ser un restaurante de comida rápida eso facilitó la salida. Los trabajadores se dieron cuenta en seguida que la cosa era grave», relata Mancho. El señor salió del restaurante en camilla e intubado, acudiendo a toda prisa a la la Fundación Jiménez Díaz, donde se recupera satisfactoriamente. «La reanimación posparada es más eficaz cuando llegamos tan pronto», insiste el responsable de la actuación. «El señor está ingresado, pero ahora mismo imagino que estará haciendo crucigramas. Nosotros hacemos un seguimiento de pacientes graves. A las seis horas, se lo hice yo, y el paciente está pendiente de pasar a planta», precisa con alegría. En este tipo de casos, en los que la vida se retoma gracias a un equipo de 'ángeles de la guardia', el agradecimiento suele ser eterno por parte de la víctima. ¿Han recibido alguna llamada? «No creo que se haya enterado todavía, debe estar en esa fase de darse cuenta que ha pasado en estos días. Tiene que ser bastante impactante el levantarte en un lugar que no esperabas. Hay demasiados actores y lo que hay que decir que lo que ha funcionado es una cadena, no somos nosotros, sino una cadena», remata Mancho.