Sánchez arrastra al PSOE a la debacle
Los españoles han aceptado el plebiscito en el que Pedro Sánchez convirtió las elecciones de este 28 de mayo, y le han asestado un contundente castigo que deja a los socialistas fuera del poder en importantes territorios. La mayoría social se ha puesto del lado del bloque de la derecha, otorgando a los populares la victoria electoral por número de votos en las urnas municipales y propiciando un importante vuelco de poder. Los populares lograron atraer al grueso de los votantes de Ciudadanos, que anoche firmó su práctica desaparición, y la diferencia entre el ajustado resultado que anticipan las encuestas electorales y la debacle que terminó sufriendo el PSOE apuntarían a una retirada del apoyo ciudadano a Sánchez en la última semana de la campaña electoral, tras el escándalo desatado por la inclusión de etarras en las listas de EH Bildu y los intentos de fraude electoral en varios municipios por parte de candidatos y cargos socialistas. Ambas cuestiones habrían ejercido como la gota que colmó el vaso para los votantes más centrados, desmovilizados tras los pactos con Unidas Podemos, ERC y EH Bildu culpables de la salida de agresores sexuales por la reforma del 'sólo sí es sí', la rebaja de penas para los malversadores. «No los han entendido la mayoría de los españoles», concluyó el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, desalojado del poder por lo que calificó como una «marea de la derecha». Aún queda un semestre para las próximas elecciones generales por lo que el resultado de estas elecciones autonómicas y locales no es directamente extrapolable a la lucha por la Moncloa, pero el contundente fracaso obtenido por el PSOE permite barajar un posible fin de ciclo para el sanchismo y un regreso de los populares a la Administración Central. Feijóo celebró el resultado por primera vez en el balcón de Génova y lo hizo junto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Pérdida de feudos Y es que los populares tienen así la posibilidad de arrebatar el poder a los socialistas pactando con Vox en Aragón, Extremadura, Rioja, Baleares y tiene opciones de sumar con esta fuerza en Comunidad Valenciana y Castilla-la Mancha. El perdió en 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba hasta ayer. En esta debacle se incluyeron grandes feudos socialistas como son Sevilla o Valladolid. Además de conquistar estas importantes plazas de poder, los populares se refuerzan donde ya gobernaban como en la Comunidad de Madrid y la alcaldía de la capital, donde Díaz Ayuso José Luis Martínez Almeida lograron sendas mayorías absolutas. Díaz Ayuso con 68 escaños al 39 por ciento escrutado un resultado que le permitiría gobernar en solitario por primera vez, sin Vox. El partido de Santiago Abascal no logra así su objetivo de ser decisivo para el gobierno regional de Madrid, y le sucede lo mismo en el ayuntamiento de la capital. En este consistorio mejoró su resultado en un concejal pero no fue suficiente ante la mayoría absoluta de Martínez-Almeida. En el parlamento de Madrid, el PSOE se colocó el segundo con 29 escaños mientras Más Madrid, aliada de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, se situaba en 28 escaños. La noche electoral confirmaba, al citado porcentaje escrutado la expulsión de Unidas Podemos del parlamento madrileño y el retroceso del partido de Santiago Abascal. Vox cayó hasta los diez escaños. En los ayuntamientos, donde a falta de mayoría absoluta o pacto de varias fuerzas, el candidato más votado es elegido como alcalde, los populares también se han convertido en la opción con más apoyo en la mayoría de las capitales de provincia. Así, recuperan el primer puesto en la ciudad de Valencia. Además de perder las antes mencionadas Sevilla y Valladolid, los socialistas también quedaron relegados en Castellón, Cáceres, Murcia, Logroño o Palma. El partido de Pedro Sánchez tampoco logró sumar con sus socios en la ciudad de Valencia, en Cádiz, Toledo o Guadalajara. Al 85 por ciento escrutado, el PSOE también se despedía del poder en Sevilla, Huelva y Granada, Segovia, Burgos, y todas las capitales de Castilla La Mancha, salvo Cuenca, pero también logran ganar en importantes feudos socialistas como Sevilla o Valladolid. Pactos de PP y Vox Con el 84 por ciento escrutado, los populares se situaban así como primera fuerza con 5,789 millones de votos y 21.528 concejales, frente a los 5.33 millones de sufragios obtenidos por el PSOE y 19.057 concejales, acreditando un claro retroceso. La cita electoral también acredita que Vox ha perdido la posibilidad de dar el sorpasso a los populares. El partido de Santiago Abascal sumaba 1,33 millones de votos con el mismo porcentaje escrutado, con 1.621 concejales. Pero será decisivo para que los populares alcancen el poder. Esta será la gran cuestión de debate político hasta las próximos elecciones generales, ya que el PP pretende alcanzar pactos externos con Vox pero esta formación reclama entrar en el poder. Los socialistas intentarán utilizar estos acuerdos con Feijóo para volver a movilizar al electorado de izquierda de cara a las próximas elecciones generales. Adiós a Ciudadanos Dentro del bloque de la derecha, Ciudadanos constató su proceso de desaparición al obtener tan solo 247.447 votos en todo el territorio, equivalentes a 346 concejales. En porcentaje de apoyo, los populares lograban el 30,96 por ciento frente al 28,53 de los socialistas, el 7,1 de Vox y el 1,32 de CS. Por su parte, Unidas Podemos no resiste y cosecha unos porcentajes del 0,6 por ciento junto a IU, del 1,20 por ciento sumado a Con Andalucía y el 0,28 por ciento de Elkarrekin Podemos, entre otras alianzas. A nivel regional, Compromís obtiene un 2,63 por ciento y supera a ERC que obtuvo el 2.51 por ciento, mientras EH Bildu supera al PNV con el 1,76 por ciento frente al 1,55 por ciento obtenido por el partido Andoni Ortuzar. El PP también logró una importante victoria en Cantabria, donde puso fin a 20 años de gobierno de Revilla, y podrá alcanzar la mayoría absoluta en esta comunidad de la mano de Vox. La candidata del PP, María José Sáenz de Buruaga, fue la más votada con 14 diputados, y el PSOE se colocó como segunda fuerza, mientras el partido de Revilla se hundió de 14 a 8. Vox se situó como cuarta fuerza con 4 representantes que serán claves para que el PP pueda conformar gobierno. Barcelona y Valencia La alcaldía de la Ciudad Condal era la que el PSOE más deseaba conquistar en estas elecciones, para enviar un mensaje de resistencia frente a la previsible pérdida de poder autonómico. Pero el escrutinio al 90 por ciento confirmó la victoria del candidato de Junts, Xavier Trias, quien no dudó en proclamar su victoria de forma exultante ante la prensa. «¡Seré el alcalde de Barcelona!». Aún así, en Cataluña fue donde los socialistas tuvieron alguna buena noticia, al colocarse el PSC como el partido más votado en Tarragona, Lérida y Gerona, donde no gobernaba. Los pactos con sus aliados podrían entregarle el poder en estos tres territorios. Pero en la ciudad de Valencia, otra plaza altamente deseada por los socialistas, la candidata del PP, María José Català, se situaba como la más votada con el 90 por ciento de las papeletas escrutadas y provocando directamente la despedida del actual alcalde, Joan Ribó de Compromís. «Ha habido una gran tendencia en azul a la que no hemos sido capaces de sobreponernos», reconoció el político. En Bilbao, el PNV, con el 100 por ciento escrutado, ganó las municipales con 12 ediles, dos menos que hace cuatro años, aunque podría alcanzar la mayoría absoluta si gobierna nuevamente con el Partido Socialista, mientras que EH Bildu superó a los socialistas y se situó como segunda fuerza con seis concejales, dos más que en 2019. El PP, cuya lista cerraba Díaz Ayuso logró un representante más y alcanzó cuatro ediles y Elkarrekin Podemos IU se quedaría con dos. El PNV se queda a tres representantes de la mayoría absoluta que la formación jeltzale logró en 2011. En cuanto a Navarra, EH Bildu se convirtió en la fuerza más votada con su coordinador, Arnaldo Otegi, destacando haber obtenido los mejores resultados de su historia». En San Sebastián, la coalición soberanista, ganó en las Juntas Generales de Guipúzcoa y en el Consistorio de Vitoria, quedándose a escasos puntos de hacerlo en los ayuntamientos de San Sebastián o Pamplona, y recuperando un buen número de alcaldías en Euskadi y Navarra. El contundente retroceso de la izquierda fue reconocido por los socios de Sánchez de forma generalizada. El coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, calificó el resultado de «preocupante» y señaló el «retroceso general de las izquierdas y los gobiernos progresistas». Para el también ministro de Consumo, los españoles han lanzado un «aviso claro». «Hay que tomar nota», señaló en una red social recordando que los comicios generales «están a la vuelta de la esquina».