Sánchez sufre un fracaso sin paliativos y el PSOE pierde gran parte de su poder territorial
El PSOE cosechó anoche un fracaso histórico y sin paliativos en las elecciones municipales y autonómicas. Los socialistas fueron derrotados por su principal rival, el Partido Popular (PP) , en votos y concejales, cuatro años después de que sucediera exactamente al revés. Pero además, los de Pedro Sánchez perdieron gran parte de su poder municipal y autonómico. Tanto, que el inventario de lo que mantienen o pueden mantener, pactos mediante, es mas rápido de enumerar que el de lo que pierden. Apenas los gobiernos autonómicos de Asturias, por la mínima, y Navarra, lo que pasaría por la abstención de Bildu, que podría exigir como contrapartida el Ayuntamiento de Pamplona. Pero pierden Aragón, donde Javier Lambán no podrá repetir Gobierno, como tampoco Guillermo Fernández Vara en Extremadura ni Ximo Puig en la Comunidad Valenciana. Tras un recuento muy ajustado y cambiante, los socialistas aguantan en Castilla-La Mancha, con el barón más crítico del presidente, Emiliano García-Page . A nivel local, los socialistas pierden bastiones tan significados como Sevilla, donde el presidente del Gobierno abrió su caravana electoral, o Valladolid, donde uno de los dirigentes más fieles a Sánchez desde que llegó a la secretaría general, Óscar Puente , perderá el poder. Noticia Relacionada Elecciones estandar No Page gana en Castilla-La Mancha y sobrevive a la marea azul del PP en las elecciones del 28M Mariano Cebrián El Partido Popular que encabeza Paco Núñez suma 12 escaños, mientras que Vox llega a los 4 escaños, mientras que Ciudadanos pierde su representación en las Cortes de Castilla-La Mancha En Andalucía pasan de gobernar cuatro capitales a hacerlo en la mitad; Jaén, donde resisten, y Cadiz, donde ganaron las elecciones, a las que no concurrió el hasta ahora alcalde, José María González 'Kichi'. En Galicia mantienen La Coruña y Lugo, y la Vigo del ínclito Abel Caballero , que apareció exultante en la sede local del partido, pese al pésimo resultado global. Y poco, o casi nada más. Además, si durante buena parte de la noche el recuento en Barcelona hizo soñar con recuperar el bastón de mando en la Ciudad Condal, con el candidato del PSC, Jaume Collboni , por delante, finalmente se vio superado por el exalcalde y candidato de Junts Per Catalunya, Xavier Trias , quien será el nuevo regidor salvo que los socialistas catalanes lograsen un pacto con los comunes y ERC. El comportamiento electoral de los de Salvador Illa fue de lo poco óptimo de la noche, pues gobernarán en Tarragona y Lérida, esta última en manos de ERC la última legislatura, e incluso ganan las elecciones en Gerona, aunque allí tendrán más difícil gobernar. El jefe del Ejecutivo dedicó su último día de campaña a Cataluña, en Tarragona y Barcelona, donde el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero le arropó y elogió los indultos a los líderes del procés como una forma, dijo, de «pacificar Cataluña». Cataluña, una de las comunidades que más escaños del Congreso reparten, se antoja imprescindible para Sánchez si sueña aún con revalidar su mandato en las elecciones generales de finales de este año, pero el veredicto de las urnas en el resto de España le arroja una dura realidad, que no es otra que la de su retroceso en apoyo popular, justo la semana en que cumplirá cinco años en La Moncloa. La noche en la sede socialista en Ferraz fue el reflejo del batacazo socialista, aunque al principio de la misma, y después del sondeo de GAD3 publicado por ABC que anticipaba su fracaso, varios dirigentes trataban en privado de insuflar optimismo. «Estamos en la pelea en muchos sitios, y son las ocho y cuarto de la noche», señalaban, en referecia a lugares como, por ejemplo, Baleares. El avance del escrutinio les desalojó también del Gobierno de las islas de Francina Armengol , y dejó a Ángel Víctor Torres con un pie fuera del Ejecutivo de Canarias, pese a ganar las elecciones, ante la mayoría que pueden articular PP y Coliaición Canaria. Alegría admite la derrota Sánchez siguió la noche electoral desde La Moncloa, y por la sede socialista se pasaron varios de sus más estrechos colaboradores en el partido y en el Gobierno. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños o la titular de Educación y portavoz de la Ejecutiva Federal, Pilar Alegría , la única que dio la cara, poco después del cierre de los colegios electorales en varias entrevistas con los canales de televisión que emitían especiales informativos, y cerca de la medianoche en una comparecencia sin preguntas, como es habitual las noches electorales, en la sala de prensa, donde admitió la derrota y felicitó al PP por haber «ganado». Alegría, con gesto serio, afirmó que su formación «asume que debemos hacerlo mejor», tras calificar como «evidente» que no había logrado la movilización de su electorado. Además, señaló la absorción del voto de Ciudadanos por parte del PP como una de las claves de su triunfo y advirtió que los de Alberto Nuñez Feijóo sólo lograrán muchos gobiernos si llegan a pactos con «la ultraderecha» de Vox. La cúpula socialista se reunirá hoy para analizar los resultados, que dejan en entredicho la estrategia electoral, muy centrada en la figura del presidente y en las medidas que iban anunciando de mitin en mitin, para posteriormente ser aprobadas en cascada en los dos consejos de ministros celebrados durante la campaña. Desde el cine a dos euros para mayores de 65 años a los 580 millones de euros invertidos en los centros de atención primaria de la sanidad pública, al decreto sobre el «olvido oncológico» o el aval de un 20% para los jóvenes y familias que compren primera vivienda. Sánchez se mofó en cada uno de los mítines de las críticas recibidas por instrumentalizar así las reuniones ordinarias de su Gabinete (incluso horas antes de que comenzase la campaña electoral convocó un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar soluciones sobre la sequía) y afirmó con sorna que sólo sacaba adelante «compromisos», y que lo hacía «los años electorales y los que no lo son». Varias de las localidades que visitó en campaña han sufrido importantes derrotas. Además de Sevilla y Valladolid, Puertollano o Alcalá de Henares, dentro de una debacle en el sur de Madrid que abarca también Alcorcón, Móstoles o Leganés. En Madrid, y pese a la victoria arrolladora de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, Juan Lobato recuperó terreno frente a Más Madrid, como también hizo la exministra Reyes Maroto en la capital.