Buscan a grafiteros por pintar trenes de Metro y agredir a una vigilante

La Policía Nacional busca a un numeroso grupo de grafiteros que entraron violentamente y pintaron trenes durante el pasado fin de semana en dos estaciones del Metro de Madrid , además de agredir a una vigilante de seguridad en la estación de Puerta de Arganda. Los grafiteros actuaron en dos paradas del suburbano. El grupo, de unas quince personas, entraron el sábado a las 4.30 horas a la estación de Estadio Metropolitano. Iban encapuchados con gorras y pañuelos y algunos hasta se encontraban sin camisa para evitar ser identificados , informa Ep. En unos minutos, pintaron con sus espráis varios vagones de los trenes que se encontraban estacionados en esta parada de la línea 7. Mientras unos se dedicaban a grafitear, otros portaban bengalas que, con el humo, buscaban crear espectacularidad, y los restantes se dedicaron a grabar la fechoría. Los trabajadores del suburbano también lograron capturar estos actos. Noticia Relacionada estandar No Detectados los primeros casos de consumo de heroína con fentanilo en Madrid Carlos Hidalgo El Summa atiende estos meses urgencias y hasta a jóvenes en coma tras tomar este opiáceo, 50 veces más potente que el 'caballo' en fiestas La siguiente madrugada y en torno a la misma hora volvieron a actuar. Esta vez en la estación de Puerta de Arganda, donde agredieron a una vigilante de seguridad , que intentó impedirles su objetivo. Le rociaron en la cara aerosol a la empleada de Metro y la golpearon, por lo que tuvo que ser atendida por los sanitarios de Samur-Protección Civil, que se acercaron hasta el lugar de los hechos. Agentes de la Brigada Móvil-Policía en el Transporte, que fueron avisados de lo ocurrido, no consiguieron llegar a tiempo para detener a los autores de estos delitos. Sin embargo, están investigando lo sucedido y analizando los vídeos para poder dar con este grupo. A finales de abril, la Policía Nacional detuvo en Madrid a quince grafiteros como presuntos responsables de numerosos delitos de daños y desórdenes públicos en vagones de trenes por un valor de 240.000 euros. El algunas ocasiones hasta detenían el convoy mediante el accionado de la palanca del freno de emergencia, ocasionando peligro para la vida e integridad física de los pasajeros, además del consiguiente perjuicio económico para las operadoras ferroviarias.