Jeremy Allen White: «Es absurdo el estrés que hay en los restaurantes»

Cuando uno ve 'The Bear' no sabe si ir a la cocina a hacerse un sándwich o directamente comerse las uñas. Administrar un restaurante es estresante: permisos, licencias, educación del personal, moho y problemas eléctricos se van acumulando. Crear un menú es la apuesta menos complicada de la tarea. Con estas cartas sobre la mesa se estrena la segunda temporada de 'The Bear' (Disney+), que logró en su primer año trece nominaciones a los Emmy y provocó un número incalculable de ataques de pánico entre los espectadores. Noticia Relacionada estandar No 'The Bear', la serie de Disney+ es una de las mejores del año Jeremy Allen White interpreta a un talentoso chef que regresa del mundo de la alta cocina para dirigir una tienda familiar de sándwiches después del suicidio de su hermano La serie está protagonizada por Jeremy Allen White, que da vida a Carmy, un chef de alta cocina encargado de administrar y luego alterar por completo la tienda de sándwiches de carne de res de Chicago de su difunto hermano. Convierte la ansiedad en una tortura exquisita. Allen White pasa más tiempo en la línea de piquetes de los estudios Disney, dueños de la productora FX, que rodando. Con la segunda temporada completa, Allen White se suma a la lucha de los actores por sus derechos. —'The Bear' se considera la serie del verano. En la primera temporada se centró en la comida, la familia, la locura de la rutina y la belleza del sentido de urgencia. ¿Qué podemos esperar en esta segunda? —Es una serie que provoca estrés. Nosotros jugamos con el drama y con la comedia sin encajar en una sola categoría. Creo que lo bueno es que teníamos un mapa bastante marcado de lo que sucedería en la segunda temporada. Los últimos capítulos del primer año fueron nuestra ruta a seguir y no tener que reaccionar necesariamente a nada de lo que habíamos escuchado o leído sobre la serie. —¿Es tan estresante el rodaje de la serie como en la ficción? —No. Hay comunión entre los actores y los productores. Nuestro equipo es el mejor. Parecemos una familia que ha crecido unida. La industria de los restaurantes es divertida, pero también absurda en cuanto al estrés que provoca en las personas. En algunos momentos el ambiente puede llegar a ser muy retorcido y nosotros hemos encontrado un equilibrio para no avasallar al público. —¿Vamos a aprender más sobre Carmy en esta segunda temporada? —Sí. En la primera temporada nos ponemos al día de su situación y en la segunda empezamos a conocer los detalles de cada uno de los protagonistas para entender su historia. —¿Se ha preparado como chef para interpretar el personaje? —Sí. Cuando me ofrecieron el papel decidí trabajar en varios restaurantes para aprender el funcionamiento de una cocina. Me apunté a la escuela culinaria, supongo que soy demasiado detallista y quería convertirme en la imagen real de un gran chef. Pero no ha sido posible, no soy tan bueno como él. He conseguido dominar el baile y el movimiento, con eso puedo pretender que soy un chef real y me quita presión como actor. Saber sostener los cuchillos no es nada fácil y no quería hacer el tonto. —¿Cómo impacta el éxito de la serie en su interpretación? —Rodamos metidos dentro de una burbuja y esa memoria muscular no me permite pensar en nada más. Hemos triunfado haciendo algo en lo que creíamos desde el principio y vamos a mantener nuestra idea hasta el final. Estamos intentando hacer algo diferente, verdadero y puro. Eso es muy complicado en estos tiempos. —'The Bear' muestra un verdadero amor por la familia que uno crea en el trabajo. Aquí todos se necesitan unos a otros. —Me encanta ver a las personas que me rodean cuando estamos cocinando en alguna escena. También me gusta interpretar a Carmy, pero creo que nunca me voy a involucrar en el mundo de la hostelería. —¿Se parece ser actor a ser chef? —Sí. Creo que son comparables una producción con una cocina. En ambos casos siempre existe mucha presión.