En un contexto nacional en el que desde 2008, con el la explosión de la burbuja inmobiliaria, la red de oficinas bancarias comenzó a desinflarse y se ha llevado por delante más de 28.100 hasta 2023 -el 60 por ciento del total- y tiene a los núcleos de población más pequeños como los más afectados, las cajas rurales se erigen cual espejismo. Ese desierto financiero en el que, según los últimos datos oficiales del Banco de España -de hace un año- más de la mitad de los 8.131 municipios del conjunto nacional no tienen oficina en un mapa en el que todas las provincias de Castilla y León están en rojo-. En este contexto, las cajas rurales viven la evolución inversa y ahora tienen un 1,1 por ciento de 'ventanillas' más que desde el punto de inflexión para el sector bancario. Llegan a las 2.346 repartidas por todo el territorio nacional, a la par que sus plantillas han crecido por encima del dos por ciento, frente a la mengua a casi la mitad del sector, y rozan los 10.000 empleados. Es precisamente uno de los valores de los que presumen, además de su implantación en el medio rural , ése por el que apuestan especialmente estas cooperativas de crédito. No en vano, más del 45 por ciento de sus sucursales están en localidades de menos de 5.000 habitantes . Así lo pusieron de relieve ayer, con motivo de su convención anual que se celebra hasta hoy precisamente en Soria , una de las provincias que acusa especialmente la despoblación frente a la que las cajas rurales aseguran que ponen su granito de arena. «Servir a comunidades rurales y pequeñas» es parte de su esencia, destacaron en la cita que reúne en la capital del Duero al Grupo Caja Rural, integrado la Asociación Española de Cajas Rurales, el Banco Cooperativo Español, Rural Grupo Asegurador, Rural Servicios Informáticos y treinta cajas rurale s, entre ellas, cuatro de Castilla y León- Burgos , Salamanca, Soria y Zamora-. Noticia Relacionada No llegaba al mínimo de alumnos estandar No Inscriben a cuatro ovejas en un colegio para evitar el cierre de un aula Los hechos han ocurrido en Voyer, una comuna de unos cuatro centenares de habitantes de la región de Lorena, en Francia Lo suyo, defendieron, es un modelo de negocio «que busca combatir la exclusión financiera y apoyar la lucha contra la despoblación en sus áreas de influencia». De hecho, resaltaron, su «dominio» en los mercados locales hace que en provincias como Soria, Zamora, Teruel y Albacete el grupo acumule cuotas de mercado superiores al 30 por ciento. Y en algunos casos, subrayaron, incluso de más de la mitad. «Cercanía» y «cariño» «Los esfuerzos del Grupo Caja Rural se enfocan en mejorar la vida de las personas y el entorno en las localidades donde desarrollan su actividad, manteniendo una perspectiva humilde y a largo plazo», destacaron. Un grupo «comprometido con un modelo de negocio que prioriza el servicio personalizado y cercano, enfocado en el asesoramiento al cliente en todas sus localidades, incluyendo áreas de exclusión financiera», destacaron en un encuentro en el que sacaron pecho por su evolución y crecimiento en un sector financiero marcado por cierres y reducciones de personal. Noticia Relacionada estandar No La Asamblea de Caja Rural de Zamora aprueba la cuenta general de 2023, con un volumen de negocio de 6.614 millones ABC Más del sesenta por ciento de las hipotecas concedidas en la provincia llevan su sello y cuentan con 159.000 clientes «La cercanía, la atención y el cariño» a «personas y territorios» forman parte de su ADN, resaltaron en la cita, con Caja Rural de Soria y su presidente, Carlos Martínez, como anfitriones . «Estar cerca del territorio y de las personas» son sus valores, incidieron, además de destacar que «el grupo mantiene decisiones y operaciones cercanas a sus clientes, permitiendo un conocimiento profundo de sus necesidades y un trato personalizado». Operan como cooperativas de crédito y son sus socios los que dirigen sus designios. Por eso, recalcaron, están «orientadas al desarrollo económico y social de sus comunidades».
