Zverev se enfrenta a un juicio por violencia de género cuatro días después de su partido contra Nadal

Tiene bastante con el rival que tiene este lunes 27 de mayo como para pensar más allá, pero a Alexander Zverev lo persigue un asunto judicial en esta semana en la que debería estar centrado solo en el tenis. Si este lunes se enfrenta con Rafael Nadal , el viernes comienza un juicio por violencia machista contra él, que espera seguir en Roland Garros para esa fecha. De hecho, Zverev afirmó que no tendrá que trasladarse a tribunal alguno y que no le está afectando nada en su preparación para el Grand Slam parisino. Tanto es así que fue contundente cuando le preguntaron sobre el caso: «No me afecta en absoluto. Creo que en el sistema alemán. Creo en la verdad también. Tengo la seguridad de que sé lo que hice y sé lo que no hice. Eso es lo que va a salir y tengo que confiar en ello. Todo lo demás está fuera de mi control. No fuera de mi control, pero no voy a perder este procedimiento. No hay absolutamente ninguna posibilidad». En ese acto judicial que tendrá lugar en Berlín, se juzga a Zverev por, supuestamente, empujar y agarrar del cuello a su expareja y madre de su hijo, Brenda Patea. Acto por el que el jugador ya fue castigado con pagar una cantidad cercana al medio millón de euros, pero que recusó al rechazar los cargos. Zverev también estuvo en una situación similar, acusado por violencia de género, en 2021, pero no llegó a los tribunales y tampoco la Asociación de Tenistas (ATP) encontró evidencias como para castigarlo. Noticias Relacionadas estandar No Tenis Alcaraz sacude los nervios, los miedos y a Wolf en su estreno en Roland Garros Laura Marta estandar No Tenis Alcaraz: «Cuando vi que no me tocaba Nadal en primera ronda pensé 'gracias'» Laura Marta «Por eso puedo jugar tranquilo y creo que mis resultados lo están demostrando. Ganar Roma creo que es un un gran título también y, obviamente, estar aquí. Y si todo eso estuviera en mi mente, no estaría jugando como lo estoy haciendo», continuó Zverev antes de dar por finalizada una pregunta que asusta a la organización del torneo y a la ATP, por todo lo que no pueden controlar sobre el mismo.